La izquierda francesa se ha unido para impedir que la extrema derecha llegue al poder, y lo ha conseguido. Contra todo pronóstico, la coalición de izquierdas 'Nuevo Frente Popular' logró la victoria este domingo en las elecciones legislativas, seguida del bloque 'macronista'. La extrema derecha de Marine Le Pen, Agrupación Nacional, quedó relegada a un tercer puesto a pesar de que partía como favorita en todas las encuestas tras ganar en la primera vuelta.
El auge de la ultraderecha en Europa y el temor de que Francia pudiera seguir la estela de Italia o Hungría impulsó a los partidos de izquierdas franceses a cerrar un acuerdo de coalición de cara a las elecciones del 30 de junio y el 7 de julio. El objetivo era crear un nuevo Frente Popular que frenase a la extrema derecha, como ya se hizo en 1936, cuando la izquierda se presentó unida a las legislativas y arrasaron en las urnas.
Ahora, su victoria ha sido más discreta. Una mayoría relativa con la que Francia puede verse abocada al bloqueo político por la falta de acuerdo con los de Macron.
Qué partidos forman el Nuevo Frente Popular
De los 577 escaños de la Asamblea Nacional francesa, el Nuevo Frente Popular se queda con 182, lejos de la mayoría absoluta (289), y esos asientos se repartirán entre todos los partidos que forman parte de la coalición.
Entre las formaciones de izquierda que componen el NFP, destacan los Ecologistas, el Partido Comunista Francés, el Partido Socialista, Place Publique, Génération-s, Izquierda Republicana y Socialista, el Nuevo Partido Anticapitalista, la Izquierda Ecosocialista y, por supuesto, Francia Insumisa, con Jean-Luc Mélenchon a la cabeza.
De los 182 escaños que tiene el Nuevo Frente Popular, la Francia Insumisa se queda con 71 escaños, mientras que al Partido Socialista (PS) le corresponden 61.Los ecologistas tienen 33 asientos y los comunistas, 9.
El acuerdo de los partidos de izquierda recoge un programa de gobierno conjunto, un despliegue de medidas para los primeros 100 días de gobierno y propuestas "concretas y realistas" para que "la vida de los franceses cambie realmente".
Este domingo, el líder de NFP, Jean-Luc Mélenchon, emplazó al presidente Macron a encargarles la formación de gobierno y aseguró que "debe marcharse". "El presidente tiene el poder, tiene el deber de convocar al Nuevo Frente Popular para gobernar", reclamó el dirigente de izquierdas.
Las medidas más inmediatas que el NFP quiere aprobar
Las izquierdas francesas se han comprometido, en primer lugar, a derogar la controvertida reforma de las pensiones promovida por Macron que prevé retrasar la edad de jubilación hasta los 64 años, así como el aumento a los 43 años de cotización para poder aspirar al 100% de la prestación.
Otra medida económica que se incluye en el acuerdo es la subida el salario mínimo hasta los 1.600 euros netos, elevar en un 10% la plantilla del funcionariado e incrementar los salarios de los becarios. Además proponen bloquear los precios de los artículos de primera necesidad, incluido la energía y el combustible.
La ayuda a la vivienda también está entre las prioridades de NFP, que aspira a aumentar su cuantía y apuesta por la construcción de viviendas sociales. Además, quieren proteger la sanidad pública y avanzar en el proyecto hacia "una educación escolar totalmente gratuita", incluido el material, transporte, actividades extraescolares y servicio de comedor; y reformar la Política Agraria Común (PAC).
Por último, en sus primeros 100 días de mandato, el Nuevo Frente Popular se compromete a restablecer el impuesto de patrimonio, reformar el impuesto de sucesiones e imponer "un impuesto por kilómetro a los productos importados". También quieren equiparar los salarios al IPC de acuerdo con la inflación, y abogar por las energías renovables de cara a lograr la neutralidad de carbono en 2050.
