Este lunes se ha celebrado en Londres el funeral de la reina Isabel II, haciendo especial mención a "su sentido del deber y dedicación a su pueblo durante toda su vida". Tras su fallecimiento el pasado jueves día 8 de septiembre, su ataúd ha estado recorriendo el territorio británico durante un total de 10 días. Hoy, alcanzará su lugar de descanso eterno, la capilla de San Jorge.
El protocolo tras su muerte ha estado preparado y guionizado al milímetro desde hace lustros, incluyendo detalles como el recorrido de su féretro, cánticos, horarios, etc. Este es similar al utilizado por su marido, el príncipe consorte Felipe de Edimburgo, construido de forma parecida a los que han sido utilizados por los miembros de la realeza y nobleza inglesa durante más de cuatro siglos.
Uno de los detalles más llamativos es una pequeña nota colocada entre las coronas de flores, situadas encima del féretro. Parece ser habitual que los familiares y amigos más cercanos redacten unas pequeñas líneas a un ser querido fallecido, siendo especialmente apropiado cuando su muerte resulta trágica e inesperada, como ocurrió en el caso de la princesa Diana.
Esta vez, queriendo mostrar un último acto de respeto hacia su madre, el actual rey Carlos III ha dejado una pequeña carta con una frase corta pero profunda: "In loving and devoted memory. Charles", es decir, "Recordando con cariño y devoción. Carlos".
Mensajes con contenido 'privado'
No es la primera nota que se coloca en el ataúd de un miembro de la familia real. Tras la muerte de su esposo el pasado año 2021, la reina Isabel redactó una pequeña nota que fue colocada en su féretro durante una ceremonia privada realizada en la capilla de San Jorge. Según pudieron observar fuentes cercanas, la reina dejó una carta escrita a mano que firmó bajo el nombre 'Lilibet', un apodo de la infancia con el que Philip se refería a ella.
Otra ocasión fue el funeral de la princesa Diana de Gales, que murió el año 1997 en un accidente de tráfico. Una vez casada con el príncipe Carlos, pasó sus últimos momentos con su nueva pareja, Dodi Al-Fayed. Su funeral fue conocido como 'un entierro único para una persona única', ya que pese a la negativa de celebrar un funeral de Estado, el enorme cariño que el pueblo británico tenía hacia la 'princesa del pueblo' hizo que la familia real tuviera que celebrar un cortejo fúnebre.
Con tan solo 15 y 12 años, los príncipes Guillermo y Enrique se vieron obligados a caminar tras el ataúd de su madre, que realizó el recorrido desde el Palacio de Kensington hasta la Abadía de Westminster. Encima de su féretro, se podía observar un mensaje con las palabras 'Mummy' o mamá, colocado ahí por sus hijos.
¿Qué objetos se exhiben encima del ataúd de Isabel II?
El ataúd de la reina Isabel II está envuelto con la bandera del Estandarte Real, sobre la cual se encuentran una serie de objetos que representan su vida como monarca.
Uno de los principales es la Corona Imperial de Reino Unido, utilizada por los reyes en ocasiones de estado y tras su ceremonia de coronación. Esta fue diseñada por el rey Jorge VI, padre de Isabel, buscando que fuera más ligera y tuviera un mejor ajuste. Está adornada con 2.868 diamantes, 273 perlas, 17 zafiros, 11 esmeraldas y 4 rubíes. Además cuenta con un gran diamante central, conocido como Cullinan II, tallado a partir del mayor diamante jamás encontrado: una gema de 3.601 quilates. Su valor es incalculable.
Otro de los símbolos de la monarquía británica expuestos encima del féretro es el Orbe del Soberano. Esta esfera hueca está hecha de oro y gemas, y representa el poder del monarca en el mundo cristiano. El actual es una recreación de uno utilizado en coronaciones anteriores al año 1661, fecha en la que fue creado este ornamento, ya que el original fue fundido tras la ejecución de Carlos I el año 1649. Esta pieza tiene una cruz en la parte superior, ya que muestra al monarca como 'fidei defensor' o defensor de la fe.
Por último se encuentra el Cetro de la Cruz, utilizado en todas las coronaciones desde 1661. Sufrió una transformación a manos del rey Jorge V, abuelo de Isabel, que el año 1910 le añadió el diamante Cullinan I. Este es conocido como la "gran estrella de Sudáfrica" y fue un regalo del gobierno sudafricano cuando todavía se encontraba bajo dominio imperial.
En cuanto a la corona de flores colocada este lunes en su camino a la Abadía de Westminster, la flora escogida también parece tener un significado muy especial para la familia real británica. Esta contiene flores y follaje del Palacio de Buckingham, Clarence House y Highgrove House, a petición expresa del rey actual. Destacan el romero, símbolo de un matrimonio feliz; el mirto, que fue cortado de una planta cultivada a partir del ramo de novia de la reina y el roble ingles, que simboliza la fuerza del amor.
