El accidente de un tren que trasportaba sustancias tóxicas y que descarriló en East Palestine, liberó al menos cinco sustancias químicas peligrosas, y los vecinos de la zona temen efectos a largo plazo.
Qué fue lo que sucedió
La noche del 3 de febrero descarrilaron al menos 50 de los 150 vagones de un tren de mercancías que transportaba productos tóxicos que se dirigía de Conway, Pensilvania, a Madison, Illinois.
El tren descarriló en East Palestine, un pueblo de menos de 5.000 habitantes a sesenta kilómetros de la ciudad industrial de Pittsburgh y cercano a la frontera de Ohio con Pensilvania.
Con la explosión no se produjeron heridos ni muertos pero los vecinos de East Palestine en un radio de un kilómetro y medio desde el punto del descarrilamiento fueron evacuados, ya que las autoridades señalaron que algunos vagones implicados en el incidente transportaban cloruro de vinilo, una sustancia química cancerígena, y podrían haber estado expuestos al fuego.
Los vecinos recibieron el visto bueno para volver a sus casas el miércoles 8 de febrero, ya que las autoridades consideraron que las muestras de aire y agua eran seguras para los residentes.
La Agencia de Protección del Medio Ambiente publicó información que demostraba que en el descarrilamiento se habían liberado tres sustancias químicas más de las que no se había informado en un principio:
- Acrilato de etilhexilo.
- Isobutileno.
- Éter monobutílico de etilenglicol.
Según esta publicación la exposición a estas sustancias químicas puede provocar:
- Dificultad respiratoria.
- Ardor en piel y ojos.
- Dolores de cabeza.
- Tos.
- Náuseas.
Algunos vecinos han estado dando información sobre estos síntomas y también han compartido imágenes de animales muertos o afectados. Además han publicado imágenes de peces y ranas muertos por el vertido.
Declaraciones de el secretario de Transporte de Estados Unidos
Pete Buttitieg, el secretario de Transporte de Estados Unidos, ha asegurado en su cuenta de Twitter que "Es importante que las familias tengan acceso a información útil y precisa"
EEUU insiste en que la zona afectada es segura
El Gobierno de Estados Unidos ha insistidos en que la zona afectada por los vertidos tras el descarrilamiento de un tren en Ohio hace trece días es segura y el agua no está contaminada, pese a los miedos de los vecinos.
El responsable de la Agencia de Protección Medioambiental de Estados Unidos, Michael Regan, ha visitado la zona para calmar los ánimos sobre la respuesta federal ante el suceso, y se ha reiterado en que tanto el agua como el aire han sido testados y no revisten peligro.
La portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, ha recalcado que la EPA está en el área "desde el día 4" de febrero y trabaja en coordinación con las autoridades estatales y locales para garantizar la seguridad.