La guerra en Ucrania sigue evolucionando, y la última intervención de EEUU ha hecho que ahora estemos a las puertas de un nuevo escenario. El presidente Joe Biden ha autorizado a Ucrania el uso de sus misiles de largo alcance ATACMS, permitiéndole atacar objetivos en territorio ruso.
Los 'Army Tactical Missile Systems' (ATACMS) son misiles balísticos de corto alcance con capacidad de alta precisión. Diseñados para destruir objetivos estratégicos como centros logísticos, depósitos de municiones y concentraciones de tropas, tienen un alcance de hasta 300 kilómetros. Estas armas proporcionan a Ucrania una capacidad ofensiva significativa, permitiendo atacar infraestructuras clave en regiones rusas cercanas al frente de combate, como Kursk, sin arriesgar aeronaves o personal.
Esta tecnología militar representa un cambio importante en las capacidades ucranianas, al darles herramientas para contrarrestar los avances rusos y norcoreanos en áreas críticas.
¿Por qué Biden ha autorizado el uso?
La decisión de Biden tiene raíces tanto en la situación militar como en la política internacional:
- Un apoyo antes de la llegada de Trump
Con la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca en enero, existe incertidumbre sobre el futuro del apoyo militar a Ucrania. Trump ha manifestado su intención de buscar una solución más diplomática al conflicto, lo que podría limitar el flujo de armas a Kiev. Por ello, Biden busca maximizar las capacidades defensivas y ofensivas de Ucrania antes de ese posible cambio.
- Presión ucraniana y tensiones crecientes
Ucrania ha insistido en la necesidad de armas avanzadas para golpear objetivos estratégicos dentro de Rusia, especialmente ante la presencia de 10,000 soldados norcoreanos en la región de Kursk . Hasta ahora, Biden había rechazado esta solicitud por temor a escalar el conflicto, pero el deterioro de la situación en el campo de batalla ha llevado a reconsiderar esta postura.
- Impacto militar inmediato
La autorización de los misiles de largo alcance busca equilibrar el conflicto, con la esperanza de que Ucrania pueda reducir la capacidad logística y militar de Rusia y pretende aliviar la presión sobre las líneas defensivas ucranianas en el este, particularmente en la región de Donbás, donde las fuerzas rusas han avanzado a un ritmo preocupante.
Hasta ahora, las operaciones de Kiev en territorio ruso se habían limitado a drones y pequeñas incursiones. Los misiles ATACMS, sin embargo, son una herramienta mucho más poderosa que permite ataques con mayor alcance y precisión.
Sin embargo, esta decisión también conlleva riesgos:
Moscú ha advertido que estas acciones podrían llevar a una "Tercera Guerra Mundial". Aunque el riesgo de un enfrentamiento nuclear ha disminuido desde 2022, la retórica del Kremlin sigue siendo agresiva, lo que podría aumentar las tensiones globales.
Países como Hungría han señalado que esta medida beneficia principalmente a Estados Unidos, al prolongar la guerra y posicionar a su industria de defensa como una de las mayores ganadoras. También consideran que el momento elegido —justo antes del cambio político en Washington— es estratégico, y han tachado a Trump de ser un “hombre de paz” en contraposición a Biden.
