ELECCIONES ALEMANIA

Quién es Olaf Scholz, el canciller en la cuerda floja tras un 2024 de caos político en Alemania

Olaf Scholz, el canciller que aspiraba a renovar Alemania, ve su carrera en crisis tras perder el voto de confianza en el Parlamento, en diciembre de 2024. Con elecciones anticipadas fijadas para el 23 de febrero, el país se prepara para un giro político crucial.

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Miriam Méndez

Madrid |

Olaf Scholz, el canciller en la cuerda floja tras un 2024 de caos político en Alemania
Olaf Scholz, el canciller en la cuerda floja tras un 2024 de caos político en Alemania | Getty Images

El gobierno alemán enfrenta una crisis política sin precedentes que ha tenido repercusiones en toda Europa. En diciembre de 2024, el canciller Olaf Scholz perdió un voto de confianza en el Parlamento, lo que provocó la disolución de su coalición tripartita y abrió la puerta a unas elecciones anticipadas, programadas para el 23 de febrero de 2025.

Este colapso político llega en un momento particularmente delicado para Alemania y para la Unión Europea, que se enfrentan a desafíos económicos, sociales y de seguridad global. La guerra en Ucrania, las tensiones con Rusia, la incertidumbre económica y la relación con China y Estados Unidos son solo algunos de los factores que marcan este período crítico.

El gobierno de Scholz se ha visto debilitado por conflictos internos que han dificultado su capacidad de gobernar, lo que ha provocado la pérdida de una mayoría parlamentaria y la necesidad de convocar unas nuevas elecciones. A medida que Alemania se prepara para las urnas, los pronósticos sugieren que Scholz será reemplazado por Friedrich Merz, líder del conservador Unión Cristianodemócrata (CDU), cuyo partido ha encabezado las encuestas. Con la economía alemana en estancamiento y un ejército en proceso de reconstrucción, los temas clave de la campaña electoral se centrarán en la revitalización económica, la inmigración, la seguridad y la defensa, y el papel de Alemania en un contexto internacional cada vez más incierto.

En este escenario, la política alemana se ha fragmentado como nunca antes, con un número récord de partidos en contienda. Los próximos meses de incertidumbre política pueden tener un impacto directo en el futuro de la Unión Europea, ya que Alemania, como motor económico y político del continente, se encuentra en un periodo de vacíos de poder.

Te contamos quién es Olaf Scholz, y cómo ha llegado a convertirse en el centro de la crisis política que está sacudiendo a Alemania.

Olaf Scholz: el ascenso de un líder socialdemócrata al frente de Alemania

Olaf Scholz, actual canciller de la República Federal de Alemania, es una de las figuras más influyentes de la política germana. Nacido el 14 de junio de 1958 en Frankfurt, este político del Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD) ha trazado un camino de vocación política que lo ha llevado del Bundestag hasta la cumbre del poder ejecutivo alemán. Su designación como canciller en 2021 marcó el inicio de una nueva etapa para Alemania, en la que Scholz ha enfrentado desafíos nacionales e internacionales, dejando una huella indeleble en la política del país.

Criado en Hamburgo en una familia de tradición luterana, Scholz se sintió atraído por la política a una edad temprana, uniéndose al SPD con apenas 17 años. Con una formación en Derecho obtenida en la Universidad de Hamburgo, el joven Scholz comenzó a especializarse en derecho laboral, lo que lo preparó para el servicio público. En 1998 dio su primer paso significativo en la política nacional al convertirse en miembro del Bundestag, representando a Hamburgo-Altona. A partir de ahí, su carrera política fue imparable, ocupando puestos clave como Ministro del Interior en Hamburgo, Ministro de Finanzas y, finalmente, como canciller en 2021.

Pero Olaf Scholz no solo es reconocido por su destacada carrera profesional, sino también por su vida personal. Desde 1998, está casado con Britta Ernst, política también vinculada al SPD, quien ha sido Ministra de Educación en varios estados alemanes. Juntos, la pareja vive en Potsdam, en una residencia que refleja su perfil discreto y su enfoque en la vida privada, alejada de los reflectores mediáticos. Aunque no tienen hijos, la conexión entre Scholz y Ernst ha sido sólida, destacando por su enfoque de trabajo mutuo y su vida en común.

A pesar de la intensidad de su carrera política, Scholz ha logrado equilibrar su vida personal con sus compromisos profesionales. Es conocido por ser un apasionado hincha del fútbol, seguidor del Hamburger SV, y también por su gusto por los viajes y la cultura, lo que le permite relajarse fuera del ámbito político.

Su trayectoria como ministro de Trabajo, alcalde de Hamburgo y vicecanciller

En 2007, Olaf Scholz fue designado Ministro de Trabajo y Asuntos Sociales en el gobierno de coalición bajo la canciller Angela Merkel. En este cargo, Scholz desempeñó un papel fundamental en el diseño de reformas laborales que transformaron el mercado de trabajo alemán.

En un periodo en el que Alemania enfrentaba desafíos económicos tanto a nivel nacional como europeo, Scholz impulsó medidas orientadas a la mejora de la seguridad social y laboral, buscando un equilibrio entre la competitividad económica y el bienestar social. Su política se centró en flexibilizar el mercado laboral y en mejorar las condiciones para los trabajadores, lo que se convirtió en un eje central del debate social en los años posteriores. Las reformas impulsadas por Scholz dejaron una profunda marca en la estructura laboral alemana y sentaron las bases de la política social en el país.

El siguiente paso en su carrera política fue su elección en 2011 como alcalde de Hamburgo, la segunda ciudad más grande de Alemania. Scholz fue el primer alcalde socialdemócrata de la ciudad, y durante sus dos mandatos consecutivos, implementó una serie de políticas clave que transformaron a Hamburgo en un referente en términos de infraestructura, educación y cultura. Bajo su liderazgo, la ciudad experimentó una modernización significativa de sus infraestructuras urbanas, con proyectos destinados a mejorar la calidad de vida de sus habitantes y fortalecer el crecimiento económico de la región.

Uno de los mayores desafíos que enfrentó Scholz durante su alcaldía fue la crisis financiera global de 2008, cuyas secuelas afectaron fuertemente la economía local. En este contexto, su intervención en el rescate de HSH Nordbank, una de las principales entidades bancarias de Hamburgo, resultó crucial. Scholz lideró el esfuerzo para evitar el colapso de la institución, que era clave para el empleo de miles de personas en la ciudad. A través de una reestructuración financiera y con una inyección de fondos públicos, el banco fue estabilizado y se evitó una crisis económica aún mayor.

En 2018, Scholz asumió el cargo de vicecanciller y ministro de Finanzas en el gobierno de coalición de la canciller Angela Merkel. En esta etapa, Scholz jugó un papel decisivo en la formulación de políticas fiscales que buscaban mantener la estabilidad económica de Alemania, incluso en un contexto internacional incierto. Como ministro de Finanzas, defendió una política de austeridad fiscal que, sin embargo, también incluyó inversiones estratégicas en infraestructura y la transición energética del país. El canciller alemán fue un firme defensor de las políticas europeas de solidaridad fiscal y trabajó para garantizar la estabilidad financiera de la zona euro durante momentos de tensión económica.

Candidato a canciller: el ascenso imparable de Olaf Scholz al Poder Nacional

El año 2020 marcó un punto de inflexión en la carrera de Scholz, cuando el SPD lo eligió como su candidato para las elecciones federales de 2021, que se celebraron el 26 de septiembre. Esta decisión llegó en un contexto altamente complejo: la pandemia de la COVID-19 había dejado una profunda huella en Alemania, tanto en términos de salud pública como en su economía. A esto se sumaba una creciente polarización social y política, lo que transformaba las elecciones en una prueba de liderazgo para el futuro del país.

En medio de este panorama, Scholz presentó un enfoque pragmático y moderado que apeló a amplios sectores de la sociedad alemana. Frente a la incertidumbre generada por la crisis sanitaria, su propuesta se centró en la reconstrucción económica y social, y en la necesidad de políticas inclusivas que garantizaran la cohesión social. Scholz se mostró como un líder capaz de reconciliar diferentes visiones políticas, buscando una Alemania fuerte, unida y resiliente ante los desafíos del siglo XXI.

Olaf Scholz, como candidato del SPD, lideró la campaña con un enfoque pragmático y moderado que apelaba a una amplia variedad de votantes. Su mensaje de estabilidad y unidad fue crucial en un momento en que muchos buscaban una alternativa sensata a los desafíos sociales y económicos del momento. De hecho, el resultado de las elecciones reflejó la capacidad del político para conectar con la ciudadanía.

El SPD se convirtió en el partido más votado con aproximadamente el 25,7% de los votos, superando a la CDU/CSU, que bajo el liderazgo de Armin Laschet, obtuvo solo el 24,1%. Este resultado marcó el fin de 16 años de mandato de Angela Merkel, quien había gobernado Alemania como canciller desde 2005. A pesar de la victoria ajustada, Scholz logró formar una coalición con los Verdes y el Partido Democrático Libre (FDP), lo que le permitió asumir la Cancillería el 8 de diciembre de 2021.

Desafíos globales y la respuesta de Scholz a la invasión de Ucrania

Uno de los mayores retos para Olaf Scholz como canciller llegó con la invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022. El conflicto desatado por la agresión militar rusa puso a prueba, además de la seguridad de Europa, la capacidad de liderazgo de Alemania en un contexto internacional cada vez más volátil. En sus primeros momentos, el gobierno de Scholz adoptó una postura cautelosa, especialmente en cuanto al envío de armas a Ucrania y las sanciones a Rusia, lo que generó críticas tanto dentro de su país como a nivel internacional.

Sin embargo, la naturaleza de la crisis obligó a Scholz a reevaluar rápidamente su enfoque. En un giro decisivo, el canciller alemán incrementó considerablemente el presupuesto de defensa de Alemania, reconociendo la necesidad de fortalecer las capacidades militares del país ante una amenaza inminente. Además, tomó medidas significativas, como la cancelación de la aprobación del gaseoducto Nord Stream 2, un proyecto energético clave con Rusia, como respuesta directa a la agresión rusa. Este paso marcó un cambio radical en la política energética y diplomática de Alemania, que hasta entonces había mantenido una postura de dependencia energética hacia Moscú.

Bajo su liderazgo, Alemania también asumió un papel activo en el apoyo a la economía ucraniana. El gobierno alemán proporcionó tanto asistencia militar como humanitaria, sumándose a los esfuerzos internacionales para apoyar a Ucrania en su resistencia contra la invasión rusa. Aunque la postura inicial de Scholz fue objeto de fuertes debates y críticas, especialmente por su reticencia a enviar armas pesadas a Ucrania, su enfoque pragmático en el cambio de estrategia permitió a Alemania posicionarse como un actor clave en los esfuerzos por contener la expansión del conflicto.

El colapso de Olaf Scholz: la estrepitosa caída del canciller que prometía renovación

El 6 de noviembre de 2024, el canciller alemán destituyó al ministro de Finanzas, Christian Lindner, tras intensas disputas sobre políticas económicas y presupuestarias. Esta decisión provocó la disolución de la coalición tripartita que gobernaba Alemania desde 2021, compuesta por el Partido Socialdemócrata (SPD), Los Verdes y el Partido Democrático Libre (FDP).

Posteriormente, el 16 de diciembre de 2024, Scholz se sometió a una moción de confianza en el Bundestag, la cámara baja del Parlamento alemán. La votación resultó en 207 votos a favor, 394 en contra y 116 abstenciones, lo que significó la pérdida de confianza en su gobierno. Como consecuencia de esta derrota parlamentaria, el presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, disolvió el Bundestag el 27 de diciembre de 2024, convocando nuevas elecciones federales para el 23 de febrero de 2025.

Este giro político ha sumido a Alemania en una crisis de gobernabilidad, con implicaciones significativas para la estabilidad política y económica del país. La disolución de la coalición y la convocatoria de elecciones anticipadas reflejan profundas divisiones internas y desafíos en la gestión de políticas económicas y sociales. La incertidumbre generada por este proceso electoral podría afectar la confianza de los inversores y la percepción internacional de Alemania como una potencia económica estable.

Además, la necesidad de formar una nueva coalición tras las elecciones podría prolongar el período de inestabilidad política, dificultando la implementación de políticas públicas efectivas y la respuesta a desafíos globales como, por ejemplo, la crisis climática y las tensiones geopolíticas, entre otras.