Las autoridades brasileñas todavía no informaron oficialmente sobre el número de fallecidos durante el enfrentamiento, que comenzó el domingo, aunque algunos medios locales señalan que los muertos en el Complejo Penitenciario Anísio Jobim (Compaj) podrían a ascender a 80.
Epitácio Almeida, presidente de la Comisión de Derechos Humanos de la OAB en Amazonía, coordinó las negociaciones con los presos y trabajó por la liberación de los rehenes, que finalmente fueron soltados en la mañana de hoy lunes, cuando se dio por concluida la sublevación. "Infelizmente estamos delante de la mayor y más horrible masacre" en los presidios de Brasil, aseguró Almeida en un mensaje enviado a algunos miembros de la OAB y al que tuvo acceso Efe.
Las muertes se produjeron tras un enfrentamiento entre el Primer Comando de la Capital (PCC), asentado en Sao Paulo, y la Familia do Norte (FDN), que domina las cárceles del estado de Amazonía y es aliado del poderoso Comando Vermelho (CV), una mafia con base en Río de Janeiro. "Todo indica que fue un ataque de una facción mayor contra una menor para eliminar la competencia", resaltó el secretario de Seguridad Pública de Amazonía, Sergio Fontes, en una rueda de prensa celebrada la noche del domingo.
Durante el enfrentamiento hubo varias decapitaciones y algunos cuerpos fueron quemados y mutilados, según informó la Orden de los Abogados.