Según fuentes galas, Renault estaría estudiando seriamente eliminar de manera progresiva la mayor parte de los modelos diésel en su gama europea de vehículos utilitarios y en buena parte de eso se explicaría por el alto coste que tendría el endurecimiento de la lucha contra la contaminación y que se ha visto acelerada por el escándalo de la empresa Volkswagen.