La propuesta, bautizada como "skinny bill" o "ley flaca" porque solamente se someterán a votación enmiendas en los pocos aspectos en los que hallen consenso, fue presentada por el líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell. El Senado aprobó el martes por la mínima iniciar un nuevo procedimiento legislativo para mantener vivo el debate sobre el futuro de la ley sanitaria, una pequeña victoria para el presidente Donald Trump cuando parecía todo perdido en ese sentido.
Tras ese primer paso, se sometieron a votación dos proyectos legislativos, uno que contemplaba la derogación de Obamacare y un plan de sustitución; y otro que simplemente acababa con gran parte del sistema actual de salud y daba dos años de margen para crear una alternativa. Ninguno de ellos prosperó. Así que la "ley flaca" que se votará en las próximas horas se ha convertido en la última opción de Trump para cumplir su promesa de campaña de desmantelar Obamacare.
Esa "ley flaca" terminaría con la obligatoriedad de contar con un seguro médico y el riesgo de pagar una multa si no se tiene, una de las cláusulas más impopulares de la reforma de salud promulgada por Obama en 2010. Pero, además, la "ley flaca" dejaría sin fondos federales a la organización para los derechos reproductivos "Planned Parenthood" y daría a los estados flexibilidad en el cumplimiento de algunas de las protecciones garantizadas por Obamacare.
Según los cálculos de la Oficina no partidista de Presupuesto del Congreso (CBO, en inglés), la "ley flaca" dejaría sin seguro médico a 16 millones de personas. Con los demócratas opuestos en bloque, varios senadores republicanos también han mostrado objeciones ante el nuevo texto, pero parecen estar dispuesto a votar a favor para abrir una ronda de negociaciones con la Cámara de Representantes, que aprobó su propia propuesta sanitaria en mayo pasado. El presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Paul Ryan, expresó hoy en un comunicado la voluntad de negociar con el Senado para elaborar una ley que pueda ser firmada por Trump.