La compleja operación de búsqueda y rescate de los menores, que desaparecieron el pasado 23 de junio en la provincia de Chiang Rai, en el norte del país, dio un giro de 180 grados en las últimas horas cuando los equipos de buzos hallaron a los miembros del equipo en una de las cámaras de la cueva que se encuentran anegadas de agua debido a las fuertes inundaciones registradas en la zona.
Los esfuerzos se centran ahora en sacar a los menores de la cueva sin poner sus vidas en peligro. La Marina tailandesa había indicado que existe la posibilidad de que todos tengan que permanecer en el interior de la cueva de Tham Luang hasta que el nivel del agua bajecuando concluya la temporada de lluvias, dentro de cuatro meses.
No obstante, miembros de los equipos de rescate insistieron en que estos podrían salir de la cueva en pocos días si el clima ayuda y el agua puede ser bombeada del complejo de cuevas --siempre y cuando los niños aprendan a bucear--.
Los miembros del equipo, doce niños de entre 11 y 16 años, y su entrenador, un joven de 25, quedaron atrapados en la cueva --situada en el bosque de Tham Luang Khunnam Nang Non, ubicado en el distrito de Mae Sai-- debido a las inundaciones registradas en la zona a causa de las lluvias torrenciales.