Sin hacer mención alguna a la muerte de Khashoggi en el consulado saudí en Estambul el pasado 2 de octubre, el monarca alabó hoy los esfuerzos de los jueces y fiscales, en su discurso anual ante el Consejo de la Shura, un órgano consultivo.
"El reino fue fundado con un enfoque islámico que se basa en la aplicación de la justicia y la igualdad. Estamos orgullosos de los esfuerzos de los juces y los hombres de la Fiscalía General para realizar su deber", afirmó el rey.
El líder saudí agregó que su país "no se desvía de la aplicación de la legislación de Dios" y, citando una conocida aleya del Corán, dijo que "a quien sigue la verdad, no le importa que le echen la culpa".
El discurso se produce cuatro días después de que la Fiscalía General de Arabia Saudí anunciase el procesamiento de once acusados por el asesinato.
Para cinco de ellos, que confesaron haber participado directamente en el asesinato, la Fiscalía ha pedido la pena de muerte.
Al anunciar las imputaciones, el fiscal general saudí, Saud al Moyeb, exoneró de cualquier responsabilidad al príncipe heredero, Mohamed bin Salman, el hombre fuerte del reino.
Países como Estados Unidos o Alemania han anunciado la imposición de sanciones contra parte de los implicados en el asesinato, algunos de los cuales pertenecen a la familia real u ocupaban puestos de responsabilidad.