El BCE será clave en las próximas horas para el futuro de Grecia en Europa. El Consejo de gobierno del Banco Central se reúne dentro de unas horas con una obsesión, la de no mancharse las manos tomando decisiones políticas.
No obstante, la situación es difícil, ya que dejar de enviar dinero a Grecia, o incluso mantener congeladas las líneas de liquidez de emergencia, podría suponer el fin del sistema bancario griego que dispone de menos de 1.000 millones en efectivo.
Todo ello a pesar del corralito de la última semana, con 60 euros por persona como límite diario. Si Draghi le cierra el grifo a Grecia, será dificíl evitar que se interprete como un castigo político.