Roberto Gourlay Fernandez es un español que vive en Busan (Corea del Sur) desde hace 8 años, donde trabaja como profesor Universitario para el departamento Inglés de Ingenieria Biomedica.
Relata en Onda Cero cuáles fueron las principales causas que provocaron la estampida y cómo vive el país las horas posteriores a la tragedia: “Los ciudadanos siguen muy consternados, ya que Itaewon es una de las zonas más internacionales y populares del país, y la fiesta de Halloween, muy conocida internacionalmente”.
¿Cuáles fueron las causas de la tragedia?
Explica que una de las causas de que hubiese tanta aglomeración fue la gran expectación que había por poder volver a celebrar una fiesta de Halloween tras tres años de restricciones a causa de la pandemia de Covid-19. Esto hizo que se saturase la venta de entradas en los locales y clubes nocturnos de la zona.
La tragedia ocurrió en una de las calles más populares para el ocio nocturno en Seúl, pero que a su vez es sumamente estrecha, “no llega ni a los 5 metros de ancho y está inclinada hacia abajo”. Esto, sumado a que había rumores de que un famoso DJ estaba presente en uno de los locales, hizo que la gente se agrupara en masa para tener la oportunidad de verle en directo.
“Acumular a miles de personas en una zona tan estrecha ha causado esta aglomeración y los continuos empujes han causado la caída de las personas en la parte baja de la calle. Los cuerpos apelotonados encima de cada uno causaba un peso excesivo sobre las personas atrapadas en el suelo”, relata.
Confusión entre la gente por los disfraces de Halloween
Asimismo, asegura que otra de las causas de que la avalancha se haya cobrado tantas vidas fue el tiempo de respuesta por parte de ambulancias y servicios médicos, que se vieron afectados por las complicaciones para entrar en Itaewon por carretera debido a la afluencia masiva de personas y tráfico.
“Incluso, cuentan algunos testigos que al ser Halloween, los ciudadanos allí presentes no se tomaban en serio a los cuerpos de Policía y a los asistentes médicos, ya que la gente pensaba que también iban disfrazados para la ocasión”, asegura, lo que causó un retardo que impidió la atención inmediata a los afectados.