Rusia ha advertido a los "países extranjeros antipáticos" que deben comenzar a pagar el gas en rublos o cortarán los suministros. Vladimir Putin ha aprobado un decreto que señala que sus compradores de gas "deben abrir cuentas en rublos en bancos rusos" a partir del viernes.
"Nadie nos vende nada gratis y no vamos a hacer obras de caridad, así que se detendrán los contratos existentes", ha asegurado Putin que busca impulsar el valor del rublo que se ha visto afectado tras las sanciones impuestas por occidente.
De momento, las empresas y los gobiernos occidentales han rechazado pagar el gas en rublos porque supondría un incumplimiento de los contratos existentes, que se fijan en euros o dólares estadounidenses.
Desde que Rusia invadió Ucrania, las naciones occidentales han emitido sanciones económicas y comerciales contra Rusia, pero la Unión Europea no ha impuesto prohibiciones sobre el petróleo o el gas, a diferencia de EE. UU. y Canadá que pueden autoabastecerse con sus reservas estratégicas, al contrario que la Unión Europea que es dependiente del gas ruso.
El 40 por ciento del gas de la UE viene de Rusia
La UE obtiene alrededor del 40 % de su gas y el 30 % de su petróleo de Rusia, y no tiene sustitutos fáciles si se interrumpe el suministro. Mientras tanto, Rusia actualmente obtiene 400 millones de euros por día de las ventas de gas al bloque y no tiene forma de desviar este suministro a otros mercados.
Alemania ha calificado el anuncio de Putin como un "chantaje". En una conferencia de prensa, el ministro de Economía alemán, Robert Habeck, ha recalcado "con respecto a la amenaza, la demanda o la consideración, ya no sabemos cómo llamarlo, de pagar en rublos, es crucial para nosotros que se respeten los contratos". Por otra parte, el canciller alemán, Olaf Scholz, ha confirmado que las empresas alemanas continuarían pagando el gas ruso utilizando euros según lo estipulado en los contratos.
Empiezan a tomar medidas
El ministro de economía de Francia, Bruno Le Maire, se ha negado a comentar sobre los detalles técnicos relacionados con las últimas demandas rusas de pago en rublos pero ya salen voces del gobierno que advierten que habría que trazar un plan por si finalmente Putin termina llevando a cabo esta medida.
Alemania, que obtiene aproximadamente la mitad de su gas y un tercio de su petróleo de Rusia, ha instado a sus ciudadanos y empresas a reducir el consumo en previsión de una posible escasez. Austria, que importa alrededor del 40% de su gas de Rusia, está reforzando su control del mercado.
Por otra parte, Bulgaria, que obtiene el 90% de su gas a través de las importaciones de la empresa rusa Gazprom, ha empezado obras para doblar la capacidad de almacenamiento de gas del país y prepararse para cualquier interrupción del suministro.
La UE tantea nuevos suministradores, como Estados Unidos, Qatar o Noruega para reducir los 5.000 millones de euros que aporta el mercado europeo a las arcas rusas.