las pocas casas que formaban el pueblo están destrozadas

Saletta, un pueblo de quince vecinos en el que la mayoría murió por el seísmo

Saletta es un pequeño pueblo italiano ubicado en las proximidades de Amatrice que habitualmente cuenta con tan solo quince habitantes, de los que la mayoría falleció a consecuencia del seísmo del 24 de agosto. Las autoridades italianas dijeron que quince personas viven habitualmente en esta localidad de montaña, pero que el día del terremoto había 45.

ondacero.es

Madrid | 26.08.2016 22:52

Labores de rescate tras el terremoto en Italia
Labores de rescate tras el terremoto en Italia | Reuters

Esto se explica, añadieron, porque muchos parientes de los habitantes de este pueblo habían acudido para estar con sus familias en verano. De esas 45 personas fallecieron 22 después de que el terremoto de magnitud 6 en la escala de Richter que asoló esta zona del centro de Italia demoliera sus viviendas.

Las autoridades comentaron que esta cifra indica que, a consecuencia del seísmo, la mayoría de los "vecinos de siempre" del pueblo pereció. Entre los supervivientes se encuentra una pareja de ancianos que, junto a su hijo, se resiste a abandonar su hogar.

Su casa ha quedado parcialmente derruida y cada noche duermen envueltos en mantas en su jardín. Durante el día se les puede ver sentados sobre escombros, con la mirada perdida o paseando mientras contemplan cómo Saletta ha quedado en ruinas.

Frente al pueblo, equipos de emergencias y sanitarios han instalado un operativo temporal en el que prestan asistencia a los pocos supervivientes que quedan en esta localidad. A esta zona acude cada noche esta pareja a recoger una bolsa con comida, agua y algunas mantas, y después regresan a su jardín.

Pero esta no es la única historia de Saletta: en la madrugada del 24 de agosto el miedo y la desesperación se apoderaron de los vecinos, pero también hubo quien mostró sangre fría. Es el caso de una mujer de unos 40 años que, al comprobar que su casa estaba en riesgo de desmoronarse, ató varias sábanas a distintos muebles y electrodomésticos y descendió con la ayuda de ellas por la ventana, como contaron miembros de la Policía a Efe.

Saletta ha quedado arrasada: las pocas casas que formaban el pueblo están destrozadas y se puede ver tejados hundidos, sofás y colchones enterrados en escombros y cristales rotos. Pero no es el único pueblo próximo a Amatrice, donde fallecieron al menos 218 personas, que ha sufrido daños severos como consecuencia del terremoto, con un balance por ahora de 278 muertos.

En la misma carretera que une Saletta con Amatrice también hay otros pueblos, como Rio, que ayer estaba en pie y hoy ya no. El jueves presentaba una apariencia delicada, con edificios con fachadas dañadas e inestables, pero todavía se mantenían.

Pero el seísmo de escala 4,8 que hizo temblar nuevamente la zona provocó el desplome de muchas de las construcciones. Tanto es así que hoy Protección Civil y miembros del cuerpo de Bomberos decidieron cortar esa carretera.

Los desplomes no causaron daños humanos, según constató Efe, porque los habitantes habían sido evacuados el 24 de agosto. Sin embargo, los daños materiales son cuantiosos. Durante toda la jornada, los equipos de rescate han trabajado para limpiar la zona y facilitar de nuevo el paso hacia Amatrice.

Y es que garantizar el estado de las carreteras que conectan este municipio, el más afectado por el seísmo, es una de las prioridades ahora mismo, tal y como explicó hoy el alcalde, Sergio Pirozzi. El alcalde alertó del riesgo de que la localidad quede aislada porque se corten los accesos a ella y no puedan llegar los vehículos de los operativos que trabajan en la zona.

Como Saletta y Rio, también ha caído parte de los edificios de pueblos como Casale, en los que las casas dejan ver su estructura y también restos de la decoración que tenían hasta hace tres días. O de San Lorenzo e Flaviano, donde el techo de la iglesia se ha hundido entre sus paredes. Solo queda el campanario y la fachada.