El 5 de abril, el alcalde de Giugliano, una localidad cercana a Nápoles, ordenó el desalojo del campamento por razones de salud pública, lo que se tradujo en una intervención de las fuerzas de seguridad cinco días después. La medida afectó a 450 personas de origen romaní, en su mayoría procedentes de Bosnia.
El TEDH se ha pronunciado a raíz de una denuncia presentada por tres de los afectados y ha instado a Italia a proporcionarles de forma "interina" un alojamiento. Entre los afectados figuran dos mujeres y sus respectivos hijos, diez en total de entre dos y 16 años, según el comunicado de la corte, en el que se reclama también la suspensión de cualquier otro desalojo.
Salvini ha reaccionado a través de Twitter, desde donde ha cuestionado que el tribunal europeo quiera "obligar" a Italia a "dar casa" a los gitanos. "Ahahahahah. Motivo de más para votar a la Liga el domingo", ha apostillado, en alusión a las inminentes elecciones al Parlamento Europeo, para las que la formación ultraderechista parte como favorita.