La nueva portavoz de la Casa Blanca

Sarah Sanders, el ascenso de una mujer de hierro con un látigo para la prensa

La nueva portavoz de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, supo combinar su carácter de hierro con respuestas mordaces para ganarse la sala de prensa de la mansión presidencial, donde más de una vez sufrió el revés de su propio látigo.

ondacero.es

Madrid |

La portavoz de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders | EFE

Hija del exgobernador de Arkansas Mike Huckabee, aprendió desde niña la política basada en la premisa de que "la mejor defensa es un buen ataque" y aplicó las enseñanzas de su padre a la Casa Blanca.

El 5 de mayo subió por primera vez al podio desde el que el portavoz de la Casa Blanca informa cada día a la prensa.

Ocupó ese espacio, ahora suyo, en ausencia de Sean Spicer, hasta hoy portavoz del Gobierno y que entonces se encontraba haciendo unos ejercicios militares como reservista en el Cuerpo de Marina de EEUU.

Spicer, en ese momento, desapareció de las ruedas de prensa diarias. Su credibilidad sufrió un duro golpe cuando tuvo que esconderse entre los arbustos de la Casa Blanca para evitar las preguntas de los periodistas sobre el polémico despido del que fuera director del FBI James Comey.

El Gobierno de Donald Trump sufrió entonces una dura crisis y Sarah Sanders tuvo que dar la cara para defender el inesperado despido de Comey, el hombre que lideraba la investigación del FBI sobre los supuestos lazos entre el entonces candidato republicano Trump y el Gobierno ruso para influir en las elecciones de 2016.

En ese ambiente hostil, Sanders dio un paso al frente para defender las políticas de Trump y hasta para tratar de explicar y justificar sus polémicos mensajes en Twitter.

Con más mano izquierda que Spicer y una astucia política que emana de su padre, Sarah Sanders ha tratado a la prensa con látigo, apuntando con el dedo a los periodistas para darles la vez y luego acusarles de difundir "noticias falsas" para perjudicar a Donald Trump.

En un conocido incidente, el 27 de junio, Sanders se subió al podio de la Casa Blanca para atacar al canal de noticias CNN después de la renuncia de tres de sus periodistas por una historia sobre Trump y el Gobierno ruso que no había seguido los estándares de calidad de la cadena.

"Creo que hemos llegado a un momento en el queno se puede confiar en los medios de comunicación para informar de las noticias", dijo Sanders en esa rueda de prensa.

Entonces, Brian J. Karem, un reportero de un periódico local de Maryland, se enfrentó a Sanders, acusándola de hacer comentarios "inflamatorios" que dividen al país.

"Nosotros estamos aquí para hacer preguntas, tú estas aquí para darnos respuestas", dijo Karem, tratando de explicar a la entonces portavoz adjunta de la Casa Blanca que la prensa y el Gobierno tienen papeles diferentes y los periodistas tienen el deber de vigilar las acciones del poder.

Sanders continuó y volvió a la carga acusando a los medios de ser "deshonestos". Esa vez, sin embargo, el látigo se volvió en su contra: el incidente se repitió en televisiones de todo el país y tuvo que aguantar un torrente de críticas.

Por este y otros agresivos comportamientos, Sanders se convirtió en una de las protagonistas de una parodia en el popular programa "Saturday Night Life", donde es interpretada por la actriz Aidy Bryant y en donde otros miembros del Gobierno, como Sean Spicer, han sido objeto de burlas y críticas.

Las bromas no le hicieron ninguna gracia a Mike Huckabee, padre de Sanders, exgobernador de Arkansas y aspirante presidencial en dos ocasiones.

"Creo que fue un poco tonto, sexista y misógino, pero mi hija desde luego es capaz de manejar muchas cosas peores a eso", dijo.

El propio Huckabee introdujo a su hija en la política. Ella fue la directora de operaciones de la campaña de su padre en 2002 cuando buscaba la reelección como gobernador de Arkansas, y fue también su directora política en sus campañas de 2008 y 2016 durante las primarias republicanas para la nominación presidencial.

Una vez que su padre se retiró de la carrera a la Casa Blanca en febrero de 2016, Sanders se unió al equipo de Trump y se convirtió en una de los portavoces de la campaña.

Su trabajo en diferentes campañas de políticos republicanos, incluido su padre, hizo que en 2010 la revista Time incluyera a Sarah Sanders en su prestigiosa lista de 40 importantes personalidades del mundo político menores de 40 años.

Con 34 hoy, Sanders está casada con el estratega republicano Bryan Sanders, con el que tiene tres hijos.