El canciller alemán Olaf Scholz se somete este lunes a una moción de confianza con el objetivo de perderla. De esta forma, el líder de los socialdemócratas convocará elecciones anticipadas el próximo 23 de febrero, siete meses antes de lo previsto, tras la rotura del gobierno de coalición el pasado 6 de noviembre tras la salida de los liberales. La moción de censura es uno de los pocos modos que la Ley Fundamental de 1949 ofrece para que el Bundestag retire su confianza al canciller.
Fin del tripartito
Olaf Sholz permanecerá en funciones hasta que pueda formar gobierno tras las elecciones, aunque hay sondeos que pronostican una victoria de su rival, el democristiano Friedrich Merz. "Espero que vamos a seguir la tradición y vamos a conseguir un gobierno estable en un plazo razonable", ha dicho el presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier.
“En una democracia son los y las votantes quienes deciden el curso de la política futura”, dijo Sholz el miércoles tras formalizar en una carta la petición a la presidenta del Budestag, Bärbel Bas, la petición para que hoy los parlamentarios decidan si quieren que siga o no en el poder.
Con esta moción de confianza termina el Gobierno federal tripartito que empezó hace tres años, el 8 de diciembre de 2021, tras los 16 años de liderazgo de Angela Merkel.
Relanzar la economía, el principal escollo
La coalición era inédita a nivel nacional y estaba formada por los socialdemócratas, el Partido Liberal Demócrata y Los Verdes. De hecho, era popularmente conocida como Semáforo, por los colores de los tres partidos (rojo de los socialdemócratas, amarillo de los liberales y el verde de los ecologistas).
El gobierno no superó las querellas internas sobre cómo relanzar la economía alemana, que cerrará este 2024 su segundo año consecutivo sin crecimiento.
De esta manera, Scholz es el quinto canciller que se somete a una moción de confianza y, al igual que los anteriores no lo hace para ganarla, sino por pura estrategia.