"Nunca estamos sin soluciones diplomáticas", dijo Mattis en el Pentágono, donde se reunió con el ministro de Defensa de Corea del Sur, Song Young-Moo, después de que Pyongyang recrudeciese la amenaza a la región del Pacífico con el lanzamiento esta semana de otro misil, que sobrevoló Japón.
"Continuamos trabajando de manera conjunta y el ministro y yo compartimos la responsabilidad de ofrecer protección a nuestra nación, nuestros ciudadanos y nuestros intereses, que es de lo que vamos a hablar aquí", agregó Mattis.
Las palabras del jefe del Pentágono suponen un marcado contraste con el mensaje de Trump en Twitter, en el que afirmó que "Estados Unidos ha estado hablando con Corea del Norte y pagándoles dinero de extorsiones durante 25 años. ¡Hablar no es la solución!".
Este martes, Trump volvió a advertir al régimen de Kim Jong-un de que "todas las opciones están sobre la mesa" y consideró que el lanzamiento del nuevo misil es un signo más del "desprecio" de Pyongyang por "sus vecinos, por todos los miembros de las Naciones Unidas y por las normas mínimas de comportamiento internacional aceptable".
El martes, Corea del Norte lanzó un misil que sobrevoló la península de Oshima (en la isla septentrional nipona de Hokkaido) antes de caer en el Pacífico, a unos 1.180 kilómetros del cabo de Erimo, en el extremo nororiental del archipiélago.
El líder norcoreano calificó esta prueba como "un preludio" a las operaciones militares con objetivo en la isla de Guam, que está en el Pacífico y es territorio estadounidense.
EEUU y Corea del Norte protagonizaron este mes una de las peores escaladas retóricas de los últimos años, que comenzó cuando Pyongyang amenazó con atacar EEUU en respuesta a las sanciones de la ONU por sus recientes lanzamientos de misiles balísticos intercontinentales.
Tras este nuevo lanzamiento, el Consejo de Seguridad de la ONU celebró este martes una reunión de carácter urgente en la que describió esa prueba como una acción "indignante".