Se trata, en concreto, de una pitón que lleva en el zoo desde 1961. Resulta que a finales de julio, el animal sorprendió a sus cuidadores al poner siete huevos. ¿Por qué fue sorprendente? Porque la serpiente lleva más de 15 años sin tener ningún tipo de contacto con un macho.
Es cierto, dicen los cuidadores, que este tipo de pitones pueden a veces reproducirse asexualmente. Algunas pueden almacenar esperma en su organismo para una fertilización tardía. Pero aun así, les confunde sobre todo dos detalles: el primero, que el caso documentado más largo fue siete años después del contacto con el macho. Y el otro detalle, que esta serpiente tiene 65 años.
Así que con toda esta información. Un grupo de investigadores se ha puesto manos a la obra ahora para intentar aclarar lo que ya califican de caso inédito.