El primer ministro británico, Keir Starmer, ha afirmado este miércoles en un discurso ante la Cámara de los Comunes de Reino Unido que el Partido Laborista tiene por delante una ambiciosa "renovación nacional" tras 14 años de "caos" conservador.
"Pondremos fin al caos, repararemos nuestros cimientos y le quitaremos los frenos a Reino Unido", ha señalado, agregando que la "reconstrucción" tiene que abordarse de manera decidida y tranquila, por lo que, estima, no será un proceso rápido.
Starmer ha aseverado que "la lucha por la confianza es la batalla" que define esta era política. "Escándalos como el de la sangre infectada, el de Windrush, Horizon y Hillsborough están unidos no sólo por la magnitud de estas injusticias, sino también por la indignidad que han sufrido las víctimas", ha recordado.
El primer ministro ha aludido así a la investigación hecha pública el pasado mes de mayo que determinó que las autoridades encubrieron deliberadamente entre 1970 y 1991 un escándalo relacionado con las transfusiones de sangre que provocó que más de 30.000 personas contrajeran VIH y hepatitis, de las cuales unas 3.000 han muerto ya.
Sobre Trump
Por otro lado, ha aprovechado su turno de palabra para desear al expresidente estadounidense Donald Trump una "pronta recuperación" tras resultar herido en la oreja después del intento de asesinato que se produjo durante uno de sus mítines en Pensilvania.
"Hablé con el presidente Trump el domingo por la noche para transmitirle nuestros mejores deseos, pero también para compartir nuestra repulsión por una violencia sin sentido que no tiene cabida en la democracia", ha sentenciado.
Starmer ha recordado el caso de la diputada laborista Jo Cox, que fue tiroteada y apuñalada en 2016 en la localidad de Birstall, cerca de Leeds. La Fiscalía británica señaló que su asesinato se produjo por motivos "ideológicos" o "políticos".
"Debemos prestar atención a las palabras del presidente Biden sobre que se deben rebajar las tensiones en nuestra democracia, superar nuestros desacuerdos y encontrar la decencia común en cada uno", ha sentenciado el primer ministro.
Sus discurso ante la Cámara se produce después de que el rey Carlos III de Inglaterra haya pronunciado un discurso de apertura de la sesión parlamentaria de Reino Unido en el que ha anunciado algunas de las medidas del nuevo gobierno de Starmer.