"Si el próximo miércoles este parlamento vota por un referéndum de independencia para otorgar a los escoceses la posibilidad de elegir su propio futuro, ¿respetarán los conservadores la voluntad de este Parlamento o saldrán corriendo asustados", dijo Sturgeon en Holyrood (Edimburgo).
La ministra principal anunció esta semana su intención de promover un segundo referéndum, entre otoño de 2018 y primavera de 2019, tras el que perdió en septiembre de 2014, en el que el 55,3 % de los votantes escoceses optaron por permanecer en el Reino Unido.
La primera ministra británica, la conservadora Theresa May, alertó hoy sin embargo que "ahora no es el momento" de volver convocar un voto sobre la secesión escocesa.
En respuesta a la jefa de Gobierno, Nicola Sturgeon afirmó que no espera celebrar un referéndum ahora, sino cuando los términos de la futura salida del Reino Unido de la UE estén claros, aunque advirtió de que la votación debe producirse "antes de que sea demasiado tarde para poder elegir un camino alternativo".
"Si los 'tories' rechazan hacerlo, estarían bloqueando el derecho de Escocia de elegir una vez estén claros los términos del 'brexit", afirmó a través de Twitter.
La futura salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE) ha provocado que Sturgeon haya iniciado el proceso para sacar de nuevo las urnas a la calle en una autonomía en la que la permanencia en el bloque común ganó el pasado 23 de junio con el 62 % de los votos.
Pete Wishart, portavoz del Partido Nacionalista Escocés (SNP) en la Cámara de los Comunes, señaló por su parte que Westminster estaría "desafiando" la democracia si se niega a cumplir una petición de Edimburgo sobre otro referéndum.
"Si este Gobierno piensa solo por un minuto interponerse en el camino de la democracia escocesa, eso constituiría el mejor reclamo posible para la causa de la independencia", argumentó Wishart.
El ex ministro principal escocés Alex Salmond puso en duda que "una primera ministra sin mandato (dado que May relevó a David Cameron sin pasar por las urnas) y una débil mayoría en los Comunes pueda detener lo que se decida en el Parlamento escocés".