Italia superó este sábado los 10.000 muertos, y aunque la tendencia de los contagios continua a la baja, las medidas restrictivas no cesan, incluso el Gobierno italiano estaría preparando el decreto que extendería nuevas medidas para otras dos semanas.
En el sur de Italia, más frágil económicamente, crece la preocupación porque el endurecimientos de las medidas de confinamiento y el cierre de actividades afecte más a esta zona, y algunos episodios aislados de asaltos a supermercados de Sicilia ha hecho que el miedo se dispare.
A pesar de la elevada cifra de fallecidos, el jefe de Protección Civil de Italia, Angelo Borrelli defiendesu gestión y asegura que "si no se hubieran adoptado medidas drásticas de contención, tendríamos otros números y las instalaciones de salud que ya se encontraban en condiciones críticas habrían estado en un estado dramático situación insostenible".
La situación en los hospitales italianos es esta: 26.676 pacientes hospitalizados con síntomas, 3,856 en la UCI, mientras que las personas en aislamiento domiciliario son 39.533.
La situación en la región septentrional de Lombardía, la más afectada de Italia, también registró este sábado 542 muertos, en línea con los fallecidos del viernes, y suma casi 6.000 personas que han perdido la vida por la pandemia. Pero se reduce también los casos positivos, que en el recuento de este sábado fueron 2.117 respecto a los 2.409 del viernes.
No obstante la mejoría en los datos de contagios, el Gobierno italiano está preparando el decreto que extendería las medidas restrictivas otras dos semanas, con la posibilidad de algunas excepciones, aunque mínimas, para las empresas, a partir del 3 de abril hasta cuando estaban previstas las primeras disposiciones. Según adelantaron algunos medios, las medidas vigentes se ampliarían con un nuevo decreto hasta el 18 de abril.
