El concierto era en Ostritz, una pequeña localidad de la región de Sajonia (este de Alemania), en la que la extrema derecha goza de gran aceptación y el partido ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) cuenta con una importante fuente de votos.
En respuesta a este concierto se ha organizado un contrafestival por la diversidad. Hacer el saludo nazi está prohibido en Alemania, un país en el que la apología del nazismo o la negación del Holocausto es un delito castigado con penas que pueden ir desde una multa hasta los cinco años de cárcel.