Durante el partido, en el que su equipo perdió por 2-0, Romero mordió en la parte posterior del hombro al delantero Altidore, mientras que Ceren hizo lo propio con otro defensa del conjunto estadounidense. Ambas acciones, realizadas cuando el balón se encontraba lejos, no fueron vistas por el árbitro del encuentro, por lo que no fueron sancionadas.
Días después y ante las evidente imágenes, la CONCACAF, máximo organismo de la competición, ha decidido imponer una sanción de seis partidos para el primero y tres para el segundo.