En Nueva York las autoridades de transporte público han suspendido a tres trabajadores del ferrocarril. Resulta que estos tres individuos aprovecharon que trabajaban en la estación de trenes Grand Central y que tenían acceso a rincones casi escondidos de la estación para crear bajo tierra lo que ellos llamaron 'una cueva de hombres'.
¿Qué es esto? Pues que aprovecharon un cuarto de almacenamiento bajo una de las vías de trenes para convertir la habitación en un salón de estar: televisión, neverita, sofá, microondas… El problema ya no es sólo que se hicieran esta sala de descanso en la estación sino que se refugiaban en ella cuando se suponía que debían estar trabajando.
Cuando las autoridades recibieron un chivatazo de lo que ocurría en esa habitación, donde más de uno les ha dicho que también han salido con algunos tragos de más, pues les han suspendido de sueldo y les han abierto audiencias disciplinarias.