El Primer ministro Alexis Tsipras ha sustituido al flamante ministro heleno de finanzas como jefe de los negociadores griegos nombrando a su número dos en el ministerio al frente del equipo que negocia con los acreedores.
Y eso que no ha cumplido ni cien días. Detrás está la manta de críticas unánimes recibidas en el Eurogrupo el pasado fin de semana en Riga. Como decía el Ministro de finanzas eslovaco refiriéndose a él… “mucho hablar, mucho “talk, talk”… pero no hay sustancia, y eso es un problema” añadía.
Y era lo más suave que le dijeron. Uno detrás de otro, los 18 socios dieron rienda suelta a su imaginación. Sin llegar a insultar, pero casi. A “time-waster”, a “gambler” y un “amateur”. Algo así como un tramposo, alguien que está en la política sin que sea lo suyo. Y por último el peor de los pecados en estos momentos, que el euro se la juega con Grecia a contra reloj, un tipo que nos hace perder el tiempo. Vamos que lo zarandearon de lo lindo:
“Veía la expresión (en esos momentos) del señor Varoufakis y…”, decía el comisario de asuntos económicos, Pierre Moscovici, dando a entender con un expresivo gesto de dolor como encajaba las críticas el ministro heleno.
Y todos creyeron que efectivamente iba a cambiar algo… que Varoufakis había pillado el mensaje esta vez, que no hay opción, que el tiempo se agota, que nadie quiere que Grecia salga del euro pero que hay que moverse ya…
Pero no. Luego Monsieur Varoufakis cambio su cara de encajar golpes por la otra de siempre y dio su rueda de prensa repitiendo aquello de que ha sido una buena reunión, que van pasito a pasito pero que han avanzado un paso más en este largo viaje.“¡Un largo viaje!”, “Este es un primer paso en un largo viaje” le oyeron decir. Y entonces todos pensaron: “Ya está otra vez. No va a cambiar nada”.
Varoufakis se hacía el loco, como si no hubiera oído nada, aunque llegaba a admitir que “algunos” le miraban todavía con desconfianza en este Eurogrupo. “Algunos” era la versión optimista para los griegos, que no piensen que estaba tan aislado.Hay otro detalle de su rueda de prensa, cuando cita La Odisea, que yo creo que habla bastante de su personalidad y de lo que pensaba mientras escuchaba a sus socios en el euro pidiéndole unánimemente que presente ya de una vez las propuestas de reformas para negociar con algo encima de la mesa: “A veces como Ulises te tienes que atar al mástil para evitar las sirenas”.
Vamos, que sí, que no pensaba ceder. De hecho ni siquiera acudió luego a la cena con los otros ministros; se quedó en el hotel, que tiene WIFI, pensando en que tweet iba a enviar al día siguiente para dar respuesta a tanta crítica. Una respuesta que él considerara a la altura. Hasta que la encontró en una cita de Franklin Delano Roosevelt, el Presidente norteamericano, quien días antes de ganar las elecciones norteamericanas en el 36, reaccionó a las críticas de todos los demás al New Deal con estas palabras:“Son unánimes en su odio hacia mí, doy la bienvenida a su odio”.
Un nuevo signo enviado universalmente por la web para dejar claro a quien se quisiera dar por aludido de que Varoufakis no pensaba darse prisa. Así que Ángela Merkel, Guante de hierro en mano de seda… (¿O era al revés?)… el caso es que, como es canciller, puede puentear a Varoufakis y va y habla el domingo con Tsipras, el Primer ministro griego. Y allí, por teléfono, Alexis toma la decisión: sustituirá al ministro como jefe negociador.
Pero ojo: sigue siendo ministro. Y las negociaciones las supervisará él, aunque no las presida. A Merkel se le da la mano pero no el brazo. Esto es como “House of Cards” pero con la zona euro como terreno de juego. Ósea que nos la jugamos todos.El caso es que las negociaciones se han reanudado sin Varoufakis al frente, la Comisión dice que es buen signo, y con suerte nos convocan un Eurogrupo extraordinario antes del día 11, que es cuando está previsto el oficial. Eso sí sería buen signo.