Los talibán han anunciado la designación de nuevos 'ministros' en puestos clave como Finanzas, Interior o Educación, en un momento de completa incertidumbre para el futuro de Afganistán, pese a las negociaciones iniciadas para formar, supuestamente, un Gobierno inclusivo, sigue sin estar clara cuál será la 'hoja de ruta' política del nuevo Afganistán.
Estos últimos nombramientos incluyen también a los responsables de los servicios de Inteligencia o del Banco Central, así como de la gobernación y la alcaldía de Kabul, informa la agencia Pajhwok. Según la cadena Ariana, algunos de los nuevos cargos ya han comenzado a reunirse para plantear sus nuevas doctrinas. El control de estos cargos e instituciones hacen que el régimen talibán se afiance con más rapidez en el país y aumente la tensión.
El poder del control de la educación
Los talibán utilizan el sistema educativo como vía para adoctrinar y excluir a las mujeres, alguno de los métodos que ya han utilizado anteriormente es la suspensión de la educación conjunta para hombres y mujeres en las universidades e institutos, esta técnica ya la han utilizado en la provincia afgana de Herat, en el oeste del país. Los talibán declararon que no existía solución alternativa alguna ni justificación para proseguir con la educación mixta, por lo que era necesario poner fin a esa práctica, según han informado fuentes próximas a la reunión a Khaama Press. A pesar de ello, la insurgencia se ha esforzado en los últimos días por asegurar que no habrá marginación alguna, incluso el nuevo responsable de Educación se ha comprometido con la educación de las niñas, con el matiz de la 'sharia' o ley islámica como línea roja.
El coordinador humanitario de la ONU para Afganistán, Ramiz Alakbarov, y representantes del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) han celebrado una reunión este martes con miembros de los talibán precisamente para reiterar su "profundo compromiso" con la educación en el país asiático, según ha informado la organización internacional en Twitter.
Los talibán tienen como principales interlocutores en Afganistán al expresidente Hamid Karzai y a Abdulá Abdulá, antiguo negociador de paz. El actual vacío político y la incertidumbre del país hacen que la mayoría de los ministerios e instituciones públicas permanezcan cerrados en Kabul diez días después de la entrada insurgente en la capital.