El senador republicano Ted Cruz ha logrado entorpecer el ascenso de Donald Trump hacia la candidatura del partido en una nueva jornada de primarias, en la que el demócrata Bernie Sanders consiguió dos nuevas victorias y su rival Hillary Clinton certificó su destreza en el sur con un triunfo en Luisiana.
Cruz se impuso a Trump en los caucus de Kansas y Maine, mientras que el magnate se alzó con la victoria republicana en otros dos estados, Kentucky y Luisiana. Por el lado demócrata, Sanders se impuso en los caucus de Kansas y Nebraska y continuó así su buen trabajo en el medio oeste de EEUU, al tiempo que Clinton vencía en Luisiana y se llevaba una proporción ligeramente mayor que su rival en el reparto de delegados del día (51 frente a 45).
En un partido republicano asustado por la perspectiva cada vez más real de que Trump pueda convertirse en su candidato en la convención de julio, la doble victoria de Cruz probablemente tuvo un sabor agridulce. El rebelde y ultraconservador senador por Texas, despreciado por el aparato tradicional del partido, se reivindicó como la única alternativa viable a Trump, pero aún está por ver que sea aceptado como tal por las élites republicanas, más apegadas hasta ahora a su rival Marco Rubio.
"Si quieren ganar a Donald Trump, soy el único candidato que lo está haciendo de forma consistente", dijo Cruz en una conferencia de prensa en Boise (Idaho) tras anunciarse sus dos victorias, que le convierten en ganador de seis primarias frente a las doce de Trump. El magnate "se ha beneficiado del hecho de que en esta contienda haya múltiples rivales. Si nos quedamos los dos solos, ganaré a Donald Trump", argumentó Cruz.
El senador de origen cubano pidió a sus otros dos contrincantes que, "si no pueden ganar las primarias", se "planteen si tienen una vía razonable" para lograr la candidatura, dado que Rubio solo ha ganado un estado (Minesota) y el cuarto en liza, el gobernador de Ohio John Kasich, no se ha impuesto en ningún territorio.
Trump fue más allá al pedir abiertamente la renuncia de Rubio, durante una conferencia de prensa que el magnate retrasó dos horas para esperar los resultados de Kentucky. "Marco Rubio ha tenido una noche muy, muy mala y, personalmente, yo le pediría que abandone la carrera. Creo que probablemente ha llegado la hora", aseguró Trump desde West Palm Beach (Florida). "Me encantaría enfrentarme a Ted (Cruz) en un cara a cara, sería divertido", agregó el magnate. "No puede ganar en Nueva York, ni en Nueva Jersey, ni en California. Quiero verle en un cara a cara".
Clinton y Sanders suben sus apuestas en el estado clave de Michigan
Los demócratas, mientras, no se enfocaron en ninguno de los tres estados que votaban este sábado, sino en Michigan, que el próximo martes reparte 148 delegados y que ambos consideran necesario para reforzar sus respectivas campañas.
Con sus victorias en Nebraska y Kansas, esta última por un amplio margen, Sanders suma siete estados conquistados en estas primarias, con las que lleva 432 delegados frente a los 1.066 de Clinton, que cuenta con el apoyo abrumador de los "superdelegados" o funcionarios demócratas electos con derecho a voto en la convención. "Tenemos el impulso. Estamos de camino hacia la victoria", afirmó Sanders en un comunicado.
El senador independiente, de 74 años, reiteró que su campaña continuará en marcha hasta la convención nacional demócrata que se celebrará en julio, y en la que se nombrará finalmente al candidato del partido para las elecciones presidenciales de noviembre. La estrategia de Sanders es alargar la contienda demócrata hasta junio, cuando vota California, el estado que más delegados otorga, y cosechar por el camino triunfos en territorios afines.
Clinton, cuya campaña considera inviable el plan de Sanders, volvió a demostrar su dominio del sur con un holgado triunfo en Luisiana, que contrarrestó sus dos derrotas en Kansas y Nebraska en términos de delegados. "Estoy encantada de que podamos sumar delegados (en estos estados), pero ahora todos los ojos se vuelven hacia Michigan", dijo Clinton, favorita en ese estado, en un mitin en Detroit.