Desde Milwaukee, la mayor ciudad de Wisconsin, Cruz calificó su victoria sobre el magnate Donald Trump y el gobernador de Ohio, John Kasich, de ser un "punto de inflexión" en la carrera de las primarias, y aseguró que ese estado "ha encendido una vela guiando el camino a seguir".
"Estamos uniendo al Partido Republicano. Todo el espectro del Partido Republicano se está uniendo tras esta campaña", apuntó el senador, en referencia a los pesos pesados de la formación conservadora que durante las últimas semanas han mostrado públicamente su apoyo a Cruz.
El senador es visto por la mayoría de miembros del aparato del Partido Republicano como la única opción de frenar una hipotética nominación de Trump, por lo que, pese a haberle criticado abiertamente en el pasado por sus posicionamientos ultraconservadores, ahora se han sumado a él.
"Hoy fue una noche mala para Hillary Clinton en las primarias demócratas y todavía peor en las primarias republicanas", bromeó Cruz en referencia a la derrota de la ex secretaria de Estado en Wisconsin frente a su rival Bernie Sanders.
Aunque matemáticamente todavía tiene posibilidades (más aún tras la victoria en Wisconsin), Cruz debería lograr unos resultados extraordinarios en los estados que faltan por votar en el proceso de primarias si quiere llegar a la convención republicana en julio con los 1.237 delegados que garantizan la nominación.
De lo contrario, el senador por Texas debería confiar en que Trump tampoco logre los delegados y se produzca un escenario de convención disputada, en el que gran parte de los delegados pasen a tener libertad de voto y la opinión del partido pase a ser por tanto determinante.