El temporal desencalla un barco atrapado durante más de 100 años en las cataratas del Niágara

En plenas cataratas del Niágara. El fuerte viento y la acción de la lluvia lograron levantar del lecho de los rápidos la embarcación, que había encallado en 1918. De hecho, la historia del naufragio es una de las leyendas populares de las cataratas. La embarcación, una chalana, se desenganchó de su remolcador, con dos hombres a bordo, durante una operación de dragado, y quedó varada en el río Niágara, a 500 metros de las cascadas.

Se inició entonces una operación de rescate de los dos marineros, pero la fuerza del agua no permitía la navegación de un bote salvavidas. Se optó por lanzar boyas de salvamento y aunque la historia tiene un final feliz, ambos hombres tuvieron que pasar 24 horas en las frías aguas.

La embarcación, sin embargo, permaneció aferrada a las rocas del fondo del río, dejando parte de su superficie a la vista. Durante un siglo, los elementos fueron oxidando las partes de hierro y deteriorando su superficie, pero no se movió un milímetro. Hasta ahora que un temporal la noche de Halloween la desenganchó y la volcó sobre la laguna que forman las cataratas.

El personal del parque de Niágara está monitorizando el movimiento de la embarcación y estudia la posibilidad de rescatar los restos una vez vuelva a detenerse, como es probable, al quedar atrapada de nuevo entre las rocas.