El epicentro del temblor, que se registró a las 10.33 horas locales (17.33 GMT) a una profundidad de 8,7 kilómetros, se situó en los alrededores de Ridgecrest, una localidad situada unos 250 kilómetros al norte de Los Ángeles (EE.UU.).
Numerosos ciudadanos del sur de California aseguraron en las redes sociales haber sentido el temblor. Los bomberos del condado de San Bernardino, en cuyo territorio se registró el epicentro del seísmo, señalaron en su cuenta oficial de Twitter que no se han registrado heridos, aunque detallaron que algunos edificios y carreteras han sufrido "daños de diverso grado".
Por su parte, las autoridades de Los Ángeles aseguraron no tener constancia de daños materiales o personales de consideración. "Hasta este momento, no hemos recibido ningún informe de daños o llamadas pidiendo ayuda en la ciudad de Los Ángeles en relación al terremoto", señaló, por su parte, el Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD, en inglés) en su cuenta oficial de Twitter.
Los responsables del aeropuerto de Los Ángeles publicaron también mensajes en esta red social señalando que no han encontrado, por ahora, ningún daño en sus instalaciones y aseguraron que las operaciones aéreas continúan desarrollándose con normalidad.
USGS había señalado inicialmente que el temblor tuvo una magnitud de 6,6 en la escala de Richter, pero posteriormente rebajó su estimación a 6,4. El seísmo ha coincidido con una jornada festiva en Estados Unidos por la celebración el 4 de julio del Día de la Independencia.
California se encuentra en una zona de alta actividad sísmica atravesada, entre otras, por la falla de San Andrés.