El traficante abandonó el camión con los refugiados y desapareció. Entre los refugiados había cinco niños y catorce adultos, y algunos de ellos mostraban síntomas de hipotermia. Los refugiados no tenían papeles de identificación y aseguraron a la policía que proceden de Siria, Irak e Irán y que han pagado a los traficantes cerca de 800 euros por persona.
Los refugiados empezaron su viaje hacia Alemania en Italia, y el conductor abandonó el camión cuando empezó a tener problemas con el motor. Cuatro de los cinco niños han sido puestos a disposición de la oficina de asuntos familiares, mientras que el resto de los refugiados se encuentran en un centro de acogida.