Otra persona permanece desaparecida tras los devastadores fuegos declarados el lunes y que durante la pasada noche avanzaron hasta el centro histórico de Funchal, donde numerosas viviendas han quedado calcinadas.
Las llamas se propagaron en las últimas horas por el efecto del viento y del calor, hasta aproximarse a la histórica Baixa de la capital, donde los efectivos de bomberos y militares, algunos de ellos enviados de Lisboa, trabajan para frenar el avance del fuego, ayudados por los vecinos y numerosos voluntarios.
Funchal, con unos 120.000 habitantes, es una ciudad con una orografía muy escarpada que dificulta las labores de extinción y que en esta época del año acoge a miles de turistas.
El aeropuerto de la ciudad, uno de los más transitados de Portugal, llegó a cancelar varios vuelos debido al fuerte viento que aviva las llamas y también se cortaron varias carreteras.
Además del de Madeira, la Autoridad Nacional de Protección Civil (ANPC) informó hoy de que en Portugal continental continúan activos doce grandes incendios, todos ellos en el centro-norte del país.