Después de ser evacuado este miércoles, el ejército israelí informa de que sus fuerzas especiales han sido desplegadas en el interior del hospital Al Nasser (al sur de Gaza) en busca de los rehenes que 132 días después continúan en manos de Hamás. “Tenemos información de inteligencia creíble de varias fuentes, incluidos algunos liberados, que dicen que puede haber cuerpos de nuestros rehenes en las instalaciones del Hospital Nasser”, afirma el portavoz militar israelí, Daniel Hagari, que añade que “en el 85% de los hospitales de la Franja de Gaza hay instalaciones ocultas de Hamás”.
En Rafah siguen los bombardeos y el asedio al millón y medio de desplazados gazatíes que encontraron refugio en el sur, mientras que Hamás condiciona un alto el fuego a la retirada total de las tropas de Netanyahu.
Cada vez más países piden un alto el fuego que frene la catástrofe humanitaria
Los últimos en sumarse han sido Canadá, Australia y Nueva Zelanda, que han mostrado este jueves su “preocupación” por la operación militar de Israel en Rafah y urgen al gobierno de Benjamín Netanyahu a no tomar ese camino, según el comunicado conjunto de los primeros ministros Antony Albanese (Australia), Justin Trudeau (Canadá) y Christopher Luxon (Nueva Zelanda).
Y este jueves, Líbano ha anunciado que presentará una “queja urgente” contra Israel ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, tras la escalada de violencia en la frontera norte que ha dejado 11 muertos en las últimas horas. El gobierno de Netanyahu justifica este ataque como respuesta a un bombardeo con cohetes de Hezbolá que mató a uno de sus soldados, y la milicia libanesa afirma que está preparada para “una expansión de la guerra”.