El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha afirmado que "el mundo quiere paz, no muerte", después de que la ONU endureciera sus sanciones contra Corea del Norte. Las nuevas sanciones limitan todavía más el acceso del Pyongyang a productos petroleros, veta sus exportaciones en varios sectores y fuerza a regresar al país a ciudadanos que trabajan en el extranjero.
Estados Unidos fue el gran impulsor de las nuevas sanciones y obtuvo el respaldo unánime de los otros catorce miembros del Consejo de Seguridad, incluidos China y Rusia. "El Consejo de Seguridad de las naciones Unidas acaba de votar 15-0 a favor de sanciones contra Corea del Norte. El mundo quiere paz, no muerte", afirmó Trump en su cuenta de la red social Twitter.
La embajadora de EEUU ante la ONU, Nikki Haley, destacó que "por décima vez, este Consejo se une contra un régimen norcoreano que rechaza la vía de la paz", y acusó al Gobierno de Kim Jong-un de elegir el "aislamiento" frente a ofertas de diálogo internacionales. A pesar de la dura retórica de Trump, el Gobierno estadounidense se ha mostrado abierto al diálogo siempre que el régimen norcoreano deje de amenazar con sus ensayos con misiles