Trump dijo no creer que Rusia interfiriera en el proceso electoral en su favor y opinó que esa teoría, contenida en un informe de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), fue "impulsada" por la oposición demócrata porque están "avergonzados" por su derrota en las elecciones presidenciales y se resisten a aceptarla.
"Creo que es ridículo. No me lo creo, no me lo creo en absoluto", afirmó Trump en una entrevista emitida en la cadena Fox Newx. "Creo que los demócratas están impulsando esto porque sufrieron una de las mayores derrotas en la historia de EEUU y están avergonzados", añadió el presidente electo, que ganó a su rival demócrata Hillary Clinton en el colegio electoral (por 306 frente a 232), pero no logró imponerse en el voto popular.
Trump desacreditaba así un informe de la CIA que salió a la luz este viernes en el diario The Washington Post, y que indicaba que esa y otras agencias de inteligencia estadounidense habían concluido que los ciberataques de Rusia no buscaban simplemente desestabilizar el proceso electoral de EEUU, sino ayudar al candidato republicano.
El presidente electo se ha resistido hasta ahora a atribuir a Rusia los ciberataques que, entre otras cosas, generaron el robo y la publicación de 20.000 correos electrónicos del Comité Nacional Demócrata (DNC) y otros muchos mensajes de la campaña de Clinton.
Rusia ha negado en varias ocasiones su implicación en esos ciberataques, y Donald Trump se ha mantenido al lado de Moscú a pesar de que, el pasado octubre, las agencias de inteligencia estadounidenses concluyeron una investigación que relacionaba con el pirateo a varios funcionarios rusos.
"Podría ser Rusia, China o alguien sentado en una cama en algún lugar", reiteró hoy el presidente electo. La reacción de Trump al último análisis de la CIA llega después de que, este viernes, su equipo de transición desacreditara en un comunicado a los responsables de esa agencia al asegurar que eran "los mismos que dijeron que Sadam Hussein tenía armas de destrucción masiva", en referencia al motivo de la invasión de Irak en 2003.
Ese comentario, que mete en el mismo saco a toda la comunidad de inteligencia en un solo caso, ha generado la alarma entre los espías del país, según informan varios medios estadounidenses.
"Dada su proclividad a la venganza y su notoria susceptibilidad, esto amenaza con resultar en una relación de desconfianza y tirria entre el presidente y la comunidad de inteligencia", señaló un exagente de la CIA, Paul Pillar, al Washington Post.