El presidente estadounidense, Donald Trump, ha firmado su primera ley desde que tomó el poder el pasado 20 de enero. Es la 'Ley Laken Riley', que permite a las autoridades migratorias detener a migrantes por robos y otros delitos menores antes de que hayan sido condenados.
Trump ha rubricado la ley en la Sala Este de la Casa Blanca ante un centenar de invitados, entre ellos familiares de Laken Riley, una joven asesinada por un migrante indocumentado.
La Ley también ha recibido el visto bueno del Senado, donde los republicanos tienen mayoría, con el respaldo de 12 senadores demócratas, a pesar de la oposición de activistas por los derechos de los inmigrantes, alineados con el Partido Demócrata.
El asesinato de Laken Riley, el precedente de esta ley
Durante su discurso, Trump ha contado la historia de Riley y ha afirmado que "Estados Unidos nunca la olvidará". Riley era una estudiante de enfermería de 22 años que fue asesinada en el estado de Georgia en febrero de 2024 por un inmigrante venezolano indocumentado, José Ibarra.
"En lugar de ser expulsado, como debería haber ocurrido, fue liberado en EE.UU., al igual que millones de otras personas, muchas de ellas muy peligrosas" ha indicado Donald Trump. Ibarra había sido detenido previamente por un delito menor de hurto en tiendas, pero se le permitió permanecer en Estados Unidos mientras su caso migratorio seguía en proceso.
Fue declarado culpable del asesinato de Riley a finales del pasado 2024 y está cumpliendo condena sin posibilidad de libertad condicional. La muerte de Riley avivó el debate sobre inmigración coincidiendo con la recta final de la campaña electoral.
La ley ha sido aprobada por la Cámara de Representantes, de mayoría republicana, con el respaldo casi unánime excepto de un legislador, así como 46 congresistas demócratas. En el Senado votaron a favor 12 senadores demócratas, además de la mayoría republicana.
Por su parte, activistas por los derechos de los inmigrantes han denunciado la medida porque la consideran demasiado radical.
Otras medidas que incluye la ley
El texto también autoriza a los fiscales generales de los estados del país a intervenir en las decisiones de política migratoria del Gobierno federal. Por ejemplo, se les permitirá forzar al Departamento de Estado a no conceder más visas a los ciudadanos de países que no acepten deportaciones de Estados Unidos.
Trump ha puesto la migración en el foco de su campaña y ha presionado a las agencias gubernamentales competentes para imponer una cuota de arrestos diarios mínimos por agente y subir la cifra total de detenciones a entre 1.200 y 1.500 al día.
