"El vicepresidente se enteró que había recibido información incompleta el pasado jueves por la noche por los medios", explicó al rotativo Marc Lotter, un portavoz de Pence, sobre el contenido de los contactos de Flynn con el embajador ruso en Washington, Sergey Kislyak.
Pence, desinformado, había llegado a defender ante los medios de comunicación que Flynn y Kislyak "no hablaron de nada que tenga que ver" con las sanciones de EEUU a Rusia por supuesta injerencia electoral, que fue precisamente lo que abordaron el embajador ruso y el asesor de Trump. De acuerdo con Lotter, el vicepresidente indagó sobre el asunto después de enterarse por los medios de lo ocurrido.
En ese momento, Trump hacía dos semanas exactas que había sido informado de la verdad por el Departamento de Justicia, conocedor de los contactos por las intervenciones de la inteligencia, según reconoció la Casa Blanca. La entonces fiscal general interina, Sally Yates, purgada más tarde por Trump por insubordinación, informó el 26 de enero de lo que había ocurrido al asistente presidencial, Donald McGahn, quien a su vez lo transmitió al presidente y a un grupo reducido de altos cargos, que no se lo dijeron a Pence.
Flynn dimitió este lunes presionado por Trump después de que la Casa Blanca no pudiese controlar el escándalo en el que se había convertido que un asesor del presidente mintiese al vicepresidente sobre sus contactos con el Kremlin. En algunas de esas llamadas telefónicas, según ha admitido ahora Flynn, un general condecorado que asesoró a Trump en política exterior durante su campaña, él y Kislyak hablaron sobre las sanciones contra el Kremlin que el anterior presidente, Barack Obama, impuso antes de dejar la Casa Blanca.