Los 'caucus' de Iowa auparon en la carrera del Partido Republicano al senador Ted Cruz, un ultraconservador que terminó ganándole la partida a Trump. El polémico magnate llegó a acusar a Cruz de "fraude" tras quedar segundo, ligeramente por encima del también senador Marco Rubio, que ha emergido como figura de consenso. Trump, sin embargo, podría resarcirse este martes gracias a las primeras primarias puras de esta larga carrera hasta la Casa Blanca. Encara la nueva cita con un perfil más pulido y una intención de voto superior al 31 por ciento -según la media de sondeos recogida por RealClearPolitics-; algunas encuestas hablan incluso de una distancia de 20 puntos con respecto al segundo.
Cruz caería de la primera a la tercera plaza al obtener un 13 por ciento de los votos, mientras que Rubio confirmaría su fortaleza con un 14,6 por ciento, según RealClearPolitics. Sin embargo, distintos medios coinciden en señalar una apretada pugna por un segundo puesto para el que incluso también suenan el gobernador de Ohio, John Kasich, y el exgobernador de Florida, Jeb Bush.
A Rubio le habría pasado factura el último debate televisado, en el que quedó patente la lucha por el votante republicano moderado. El joven senador hispano fue la principal diana de unos dardos lanzados por quienes le consideran el rival más fuerte porque a largo plazo Trump y Cruz tienen perfiles demasiado radicales para ganar la nominación definitiva del partido. El Partido Republicano llegó a Iowa con once candidatos y salió de allí con tres bajas, por lo que resultados de New Hampshire podrían establecer una nueva criba. En esta particular guerra fratricida, quienes más se juegan son el trío de gobernadores que conforman Bush, Kasich y, sobre todo, Chris Christie.
La carrera, en cualquier caso, parece ahora más abierta de lo que lo estaba antes de los 'caucus' de Iowa, cuando Trump monopolizaba todo el debate político a base de polémicas y titulares. Pocos se atreven a hacer un pronóstico final a estar alturas y la mayoría de analistas esperan a que se asienten las aún turbulentas aguas republicanas. En el lado demócrata, convertido desde Iowa en una carrera de dos, New Hampshire caerá previsiblemente del lado del senador Bernie Sanders. La exsecretaria de Estado Hillary Clinton, favorita para hacerse con la candidatura final, parte en esta ocasión por detrás de su ya único rival.
La media de las distintas encuestas sitúa a Sanders por encima del 53 por ciento, a casi 13 puntos de distancia de Clinton. Sin embargo, a nivel de todo el país, los porcentajes de ambos se encuentran prácticamente intercambiados y Clinton tiene las de ganar en el siguiente estado en juego: Carolina del Sur. En favor de la exprimera dama han salido durante los últimos días la antigua secretaria de Estado Madeleine Albright y su marido, Bill Clinton, que ha pasado al ataque contra Sanders. El expresidente ha acusado a Sanders de describir "a todos con los que no está de acuerdo como una herramienta del 'establishment'" y de lanzar propuestas sin saber su alcance real.