Alexis Tsipras ha vuelto a Atenas para hacer los deberes. Anoche se reunía con el Presidente de la República y con la oposición para informarles sobre todo lo acontecido en Bruselas.
Tsipras ha conseguido el apoyo de la mayoría de los líderes griegos, pero le piden que acelere las negociaciones para asegurar la permanencia de Grecia en la eurozona. El líder de la oposición, Stavros Theodorakis, asegura que "es crucial llegar a un acuerdo el viernes por la mañana".
El Primer Ministro heleno tiene de plazo hasta las 12 de la noche de este jueves para entregar por escrito el nuevo paquete de medidas. Tsipras adelantaba que llevará a cabo reformas fiscales y en las pensiones a partir de la próxima semana. Tiene que convencer a Europa de que cumple las condiciones necesarias para recibir el tercer rescate de 50.000 millones de euros y evitar la quiebra del país.
El sábado se celebrará una sesión del Eurogrupo para valorar las medidas y el domingo una cumbre de los 28 donde se decidirá si Grecia sale del euro.
El pago de la deuda sigue siendo objeto de debate. Para el FMI es necesaria una reestructuración. Así lo afirmaba Christine Lagarde, "nuestra misión es devolver la estabilidad, el crecimiento y asegurar la sostenibilidad de la deuda".
De momento, los bancos helenos tienen liquidez hasta el lunes por la noche. El fin del corralito dependerá de si Grecia alcanza un acuerdo con sus acreedores.
