La medida fue adoptada después de que el Ministerio de Interior revelara que el explosivo utilizado en el atentado era de uso militar y había entrado de forma irregular desde la vecina Libia.
El pasado julio tras el atentado de Susa el gobierno tunecino ordenó levantar un muro en una parte de la frontera con Libia para impedir la infiltración de terroristas desde ese país hundido en el caos desde 2011.
Aun así durante los últimos meses la policía tunecina ha informado de la detención de diversos grupos contrabandistas que traficaban con armas en las frontera entre los dos Estados.
El ataque fue reivindicado hoy por la rama yihadista local vinculada al grupo Estado Islámico (EI), y cometido por un yihadista identificado en la red social Twitter como Abu Abdala al Tunisi.
Según un comunicado de la rama tunecina, "hizo estallar un cinturón explosivo en un autobús en la avenida Mohamed V para castigar a los infieles de Túnez", en alusión al Gobierno y a las fuerzas del orden.
"No habrá seguridad en ese país ni cesarán nuestras acciones hasta que en Túnez se imponga la sharia (ley islámica)", concluye la breve nota, que fue divulgada junto a una fotografía de un joven embozado con un cinturón explosivo adosado al cuerpo y que hace el signo de la victoria con los dedos.