En una nota diplomática, el Ministerio de Exteriores turco ha dicho que la intervención de la Policía holandesa fue desproporcionada y ha pedido que se abra un proceso legal por los desmanes de los agentes, según el departamento que dirige Mevlut Cavusoglu.
La Policía holandesa empleó perros y cañones de agua el domingo para dispersar a cientos de manifestantes con banderas turcas concentrados ante el Consulado turco en Rotterdam. Algunos de los manifestantes tiraron botellas y piedras contra los agentes y varios fueron agredidos por los policías con porras, según ha contado a Reuters un testigo de los hechos.
La protesta se convocó después de que el Gobierno de Países Bajos decidiera prohibir a varios ministros turcos que dieran un mitin político en Rotterdam. El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, está intentando atraer el voto de los turcos que viven en Europa para garantizarse la victoria en el referéndum constitucional convocado para abril.