El Gobierno turco ha decretado el estado de emergencia para los próximos tres meses para hacer frente a las corrientes golpistas en el país y combatir la amenaza a la democracia.
La decisión fue anunciada por el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, quien afirmó que esta medida busca proteger los valores democráticos.
"Esta medida no es en absoluto contra la democracia, el estado de derecho y la libertad. Por el contrario, tiene el propósito de fortalecer y proteger esos valores", dijo el jefe del Estado después de reunirse con el Consejo Nacional de Seguridad y, horas después, con el gabinete de ministros.
Erdogan afirmó que la medida, recomendada al Gobierno por el Consejo de Seguridad que él preside, busca "acelerar encargarse de todos los elementos de la organización terrorista", en referencia al grupo que encabeza el clérigo islamista Fetullah Gülen, al que el Ejecutivo acusa del fallido golpe de Estado del pasado fin de semana.
El estado de emergencia permitirá dar "de forma más eficiente los pasos para eliminar lo antes posible la amenaza a la democracia, el estado de derecho y los derechos de nuestros ciudadanos", dijo Erdogan.
El presidente invocó el artículo 120 de la Constitución turca que permite establecer el estado de emergencia en el caso de actos de violencia que amenacen la democracia.