Los equipos de la policía antiterrorista realizaron una redada simultánea contra 11 domicilios en 8 distritos de Estambul y detuvieron a 54 extranjeros, bajo la sospecha de que se preparaban para atentados en nombre del Estado Islámico.
Durante la redada se confiscaron también numerosos documentos de la organización y aparatos digitales.
Los detenidos fueron enviados a las dependencias policiales, tras pasar el preceptivo control sanitario.
Muchos ciudadanos de países europeos utilizan Turquía como país de paso para acudir a Siria y combatir en las filas de la organización yihadista, pero también hay sicarios extranjeros que cometen atentados en suelo turco, como el del club Reina en la Nochevieja de 2016, que acabó con la vida de 39 personas.
Cuando se trata de meros aspirantes a combatientes que se dirigen a Siria, sin un cargo significativo en la organización, Turquía suele simplemente deportar a los detenidos.