El primer ministro, Binali Yildirim, confirmó a la agencia semipública turca Anadolu que a partir de ahora "el presidente dispondrá de los servicios secretos", algo que describió como consecuencia de la reforma constitucional aprobada en referéndum el 16 de abril pasado.
Yildirim negó que hubiera alguna razón concreta para este traspaso, que calificó de consecuencia "automática", una vez tomada la decisión de trasladar el poder ejecutivo al jefe de Estado y de hacerdesaparecer la figura del primer ministro.
El decreto 694, publicado hoy en el Boletín Oficial turco, dedica varias páginas a enmendar diversas leyes que definen las funciones de los servicios secretos. Asimismo, atribuye al presidente la facultad de decidir si el jefe de los servicios secretos puede testificar en un juicio o no, decisión que puede ser recurrida por el máximo órgano judicial administrativo, el Danistay.
Además, en su apartado 62, el decreto anuncia la creación de un nuevo "Consejo de Coordinación de los Servicios Secretos" (MIKK), que será presidido por el presidente de la república, y gestionado por la jefatura del MIT.