Tras casi un año y medio de guerra, Ucrania entra en una nueva fase y activa la contraofensiva. En las últimas horas, se han producido ataques ucranianos contra las líneas rusas en Donestk, Zaporiyia, Bajmut y hacia Mariúpol.
Por el momento, hay escasa información al respecto de esta operación de ataque en el frente oriental. Desde Kiev se ha impuesto el silencio informativo para no dar ningún detalle de las acciones de su ejército y evitar dar pistas al enemigo.
Ucrania pasa al ataque e inicia su contraofensiva
Se estima que Ucrania cuenta con un ejército de más de 60.000 personas para comenzar la ofensiva. Además, según las informaciones, gran parte de los tanques Leopard entregados por los países aliados estarían ya en el frente de batalla.
Moscú, sin embargo, asegura que se han repelido estos ataques, causando numerosas bajas en el ejército ucraniano. Además, Putin sigue atacando por las noches la capital ucraniana con misiles con la esperanza de acabar con las baterías antiaéreas.
Moscú niega las acusaciones y asegura que la presa se ha derrumbado
Esta madrugada las autoridades ucranianas han acusado a las tropas rusas de destruir la presa de la central hidroeléctrica de Kajovka, en el río Dniéper, a 60 kilómetros de la ciudad de Jersón.
El Mando Sur de las Fuerzas Armadas de Ucrania ha informado de la destrucción de la infraestructura y ha indicado que está investigando la magnitud del daño, así como la velocidad y la cantidad de agua que afectarían a las zonas probables de inundación.
Según Moscú, la presa se ha derrumbado "debido a los daños", por lo que los territorios cercanos se están inundando.
Una infraestructura clave que abastece de agua a la central nuclear de Zaporiyia
La presa es una infraestructura clave en la región de Jersón porque abastece de agua a la península de Crimea y a la central nuclear de Zaporiyia. Así, su destrucción puede suponer una castástrofe para varias provincias ucranianas según denunciaba el gobierno de Zelensky en el mes de octubre, cuando Putin empezó a atacar esta presa
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, acusó hace meses a las fuerzas rusas -que controlan la infraestructura desde principios de la invasión- de colocar minas en las instalaciones con la intención de provocar una catastrófica inundación en las comunidades cercanas con el fin de frenar el avance de las fuerzas de Kiev.
Por su parte, los servicios de Emergencia rusos también han denunciado ataques ucranianos con misiles contra la prensa, que, sin embargo, no causaron graves daños.
