El primer ministro francés, Manuel Valls, ha alertado de que el terrorismo yihadista amenaza la pervivencia del proyecto europeo, por lo que hace falta que todos los socios asuman responsabilidades y un plan de seguridad común.
Valls realizó estas declaraciones al intervenir en la Conferencia de Seguridad Múnich (MSC), el denominado "Davos de la Defensa", que se celebra desde ayer y hasta mañana, con el conflicto en y en torno a Siria como tema principal.
"Europa se encuentra en la encrucijada" ante la amenaza del terrorismo yihadista y necesita una "respuesta colectiva" frente a esta amenaza: "Necesitamos un plan de seguridad europeo". A su juicio, "el proyecto europeo puede desaparecer" si no es capaz de "responder a los retos económicos pero también a los de seguridad", lo que sería una "paso gigante hacia atrás".
Valls reiteró que el mundo se encuentra ahora en una "nueva era" en la que hay una "guerra contra el terrorismo" global de carácter yihadista, un elemento al que hay que "combatir tanto como podamos" porque "afecta al fundamento de nuestras sociedades".
Además del plan europeo de seguridad, el primer ministro subrayó que frente al desafío terrorista también es necesaria una respuesta militar en Siria y en otros países, para combatir "todos los movimientos yihadistas" y, especialmente para "erradicar" al Daesh.
"La prioridad es erradicar al Daesh", señaló el primer ministro galo, que recalcó en este sentido la importancia de cooperar en la lucha con "el enemigo común". Europa necesita asimismo una "respuesta a largo plazo" contra la radicalización y ser más activa contra el terrorismo, sobre todo en internet, consideró.
Sobre Siria, Valls exigió que se detengan "los bombardeos a civiles", en una clara referencia a las acciones de las fuerzas aéreas rusas en apoyo al Ejército del presidente sirio, Bachar al Asad. Además, indicó que pese a que el acuerdo de ayer es un "paso importante", "debe ser materializado" porque es necesaria la paz y las negociaciones.
La MSC se centra en su 52 edición en Siria y las tres vertientes de su crisis -guerra civil, catástrofe humanitaria y Daesh- aunque también pretende analizar otros asuntos como el conflicto en el este de Ucrania, la situación de China, la amenaza del terrorismo yihadista global y las diferencias entre Rusia y la OTAN.
En Múnich están presentes, entre una treintena de jefes de Estado y Gobierno y 70 ministros, el secretario de Estado de EEUU, John Kerry; el presidente ucraniano, Petró Poroshenko; el ministro de Asuntos Exteriores iraní, Mohammad Javad Zarif; y el primer ministro ruso, Dimitri Medvedev.
