A pocas semanas del cumplimiento del segundo aniversario de la invasión rusa de Ucrania, el fallecimiento en prisión del opositor Alexéi Navalni ha recrudecido aún más las relaciones entre los países europeos y la Federación Rusa. El pasado viernes, el centro penitenciario de la región de Yamalia-Nenetsia informaba de la muerte de Navalni, desencadenando una gran cantidad de reacciones de condena por parte de los principales líderes políticos del mundo. Varios días después, varios países han convocado a la diplomacia rusa establecida en sus fronteras para comentar este controvertido fenómeno.
Albares habla con la viuda de Navalni
Durante la mañana del lunes, los Ministros de Exteriores de los diferentes países de la Unión Europea han arropado a la viuda de Navalni, Yulia Navalnaya, que ha reclamado a Rusia que aclare "de forma creíble" las circunstancias de la muerte de su esposo. José Manuel Albares, Ministro de Exteriores del Gobierno de España, ha estado presente en el acto, y en la rueda de prensa posterior ha declarado: "He expresado mi apoyo a Yulia Navalnaya, al igual que lo expreso a tanto defensores de la democracia y las libertades. El Gobierno de España siempre, en todo los lugares del mundo, está al lado de aquellos que defienden la libertad y los derechos humanos".
Poco después de conocer la noticia acerca del fallecimiento del conocido opositor ruso, Albares se pronunció en la red social X afirmando que se trata de una muerte "totalmente injustificada" que "nunca debería haberse producido. Albares declaró también que el "responsable último es evidentemente quien le puso injustamente en prisión por motivos políticos", y este lunes su Ministerio ha convocado al embajador ruso en nuestro país, Yuri Klimenko, al igual que han hecho otros Gobiernos europeos durante el día de hoy como respuesta a la muerte de Navalni.
Otros países convocan a la diplomacia
Según indica el diario germano FAZ. Steffen Hebestreit, portavoz del Ministerio de Exteriores alemán, ha manifestado hoy: "Nuestro respeto está dirigido a todas las personas valientes de Rusia que, a pesar de las más dura represión, están comprometidas con la democracia y la libertad".
Además de pronunciarse en este sentido, el Ministerio ha emplazado para unión a la diplomacia rusa establecida en Berlín. Sin embargo, la Embajada Rusa en la ciudad ha afirmado que las circunstancias de la muerte de Navalni son "un asunto exclusivamente interno" sobre el que investigarán las autoridades del país presidido por Vladimir Putin.
A través de su canal de Telegram, la diplomacia rusa en el país ha publicado un mensaje que rechaza las acusaciones emitidas por los líderes europeos en las últimas horas: "Los intentos de algunos países occidentales de aprovechar lo sucedido para formular acusaciones falsas contra Rusia y agitar artificialmente el sentimiento antirrusos son contraproducentes e inadmisibles", aseveran las autoridades en el comunicado.
El Ministerio de Exteriores de Finlandia - que ha señalado a Moscú como "responsable" de la defunción del opositor- ha anunciado también que ha convocado al embajador ruso establecido en su país, Pave Kuzketsov. Las repúblicas bálticas - Estonia, Letonia y Lituania - han hecho lo mismo, y han lanzado un comunicado conjunto en el que ponen en entredicho la legitimidad de las próximas elecciones presidenciales rusas, que se celebrarán a mediados del próximo mes de marzo.
"En un entorno de represión total contra la oposición y los medios independientes, con falta de candidatos alternativos creíbles y sin supervisión internacional, estas elecciones carecerán de legitimidad democrática", han afirmado la administración de Tallin, Riga y Vilna.
Explicaciones escuetas desde la prisión
Por el momento, la administración gestora del centro penitenciario Yamalia-Nenetsia, próximo al Ártico, ha afirmado que Navalni, de 47 años de edad, se desvaneció durante un paseo el pasado viernes, y que los sanitarios de la prisión no consiguieron reanimarlo.