Un agente del orden murió y otras seis personas -entre ellas cuatro policías- resultaron heridas en un tiroteo a las afueras de Denver, en Colorado (oeste de Estados Unidos), según las autoridades locales, que creen que el sospechoso del suceso ha muerto por disparos de bala.
El suceso se produjo la madrugada del domingo, cuando varios agentes de la oficina del sheriff del condado de Douglas, situado al sur de Denver, acudieron a un edificio de apartamentos en la localidad de Highlands Ranch para responder a una llamada que denunciaba una disputa doméstica. "Durante la investigación, hubo disparos y múltiples agentes resultaron heridos", señaló la oficina del sheriff en un tuit. Poco después, la oficina concretó que fueron cinco los agentes que recibieron disparos del sospechoso, y confirmó la muerte de uno de ellos. "Dos civiles recibieron también disparos del sospechoso.
El sospechoso recibió disparos y se cree que está muerto y que ya no supone una amenaza", indicó la autoridad local en otro tuit. Durante varias horas de la mañana, las autoridades advirtieron de que la escena del crimen seguía en activo, y urgieron a los residentes de la localidad a evitar la zona del edificio de apartamentos.
La oficina del sheriff emitió una alerta roja que instruía a los habitantes de un perímetro señalado de Highlands Ranch a "quedarse donde están, evitar las ventanas y mantenerse alejados de los muros exteriores". Además, se estableció un refugio de emergencia para acoger a los ciudadanos de esa localidad de casi 100.000 habitantes que pudieran haberse quedado fuera de su hogar debido al tiroteo.