La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha propuesto a los líderes de la Unión Europea explorar la idea de desarrollar "centros de retorno" de migrantes ilegales fuera de la UE y considera que se podrán "extraer lecciones" de la experiencia que supone el acuerdo entre Italia y Albania.
Von der Leyen ha enviado una carta a los 27 países miembros de la Unión Europea de cara a la cumbre que se celebrará en Bruselas esta semana. Una misiva con diez directrices en la que la presidenta considera que la UE debería seguir explorando nuevas formas de avanzar; en referencia a la propuesta de desarrollar centros de retorno para inmigrantes ilegales fuera de la UE. Así, considera que se podrían “extraer lecciones” de la “experiencia práctica” del acuerdo entre Italia y Albania lanzado por Giorgia Meloni.
"He encargado al Comisario de Asuntos Internos y Migración que dirija las reflexiones sobre soluciones operativas que ayuden a combatir la migración ilegal y a abordar las propuestas que muchos Estados miembros han hecho en este ámbito, respetando los principios y valores de la UE, las obligaciones en virtud del derecho internacional y la protección de los derechos fundamentales, al tiempo que garantizamos soluciones sostenibles y justas para los propios migrantes", ha detallado Von der Leyen.
Dependientes de la Unión Europea
Los centros de retorno propuestos por Von der Leyen serán dependientes y gestionados por la Unión Europea, aunque se encuentren fuera de sus fronteras. Así es el modelo de Meloni en Italia y así es el planteado por la dirigente alemana para los 27 de la UE.
Von der Leyen ha incluido en su misiva que presentará una nueva propuesta legislativa que definirá obligaciones "claras" de cooperación para los retornados y agilizaría eficazmente el proceso de retorno, con la digitalización de la gestión y el reconocimiento mutuo de las decisiones de cada uno.
Países como Francia y Bélgica ya han elaborado recientemente un texto que pedía a Bruselas una nueva propuesta para asegurar devoluciones más efectivas, ya que la tasa actual (18%) es demasiado baja.
Esta será "una de las tareas inmediatas" del comisario Brunner, dijo Von der Leyen, quien además abordará el marco legislativo para "garantizar normas sólidas para la expulsión de quienes representen una amenaza grave para el orden público o la seguridad interior".
Así, la política alemana insta a los líderes de la UE a mantenerse “firmes y justos” frente a la migración, “uno de los problemas más acuciantes que requiere nuestra atención urgente”.
Asociaciones con terceros
El trabajo continuo con Túnez y Libia, así como el compromiso sostenido con socios clave como Egipto, Marruecos y Argelia, siguen siendo "una alta prioridad", señala Von der Leyen.
Subraya que la UE necesita profundizar la asociación en curso con Mauritania, y también ver cómo incentivar a otros socios como Senegal y Mali para que colaboren en materia de migración. Hay que "trabajar de forma continua en todas las rutas", dice, y cita, por ejemplo, la atención prestada a los socios de los Balcanes Occidentales y a Turquía.
Para finales de este año, Von der Leyen ha anunciado un paquete de apoyo con valor de 1.000 millones de euros para ayudar a los refugiados sirios y las comunidades vulnerables, así como para apoyar a Turquía en la gestión de fronteras y migración.
Italia da el primer paso
Desde su llegada al poder, Giorgia Meloni ha sido firme en tratar la inmigración ilegal. Los datos hablan por sí solos: el país ha registrado unas 53.000 llegadas en lo que va de año, mientras que en 2023 alcanzó unas 140.000 en el mismo periodo, según los datos del Ministerio del Interior.
El país ya ha enviado a Albania un primer grupo de solicitantes de asilo, país donde se pactó la apertura de centros de acogida para estas personas. "Estoy orgullosa de que Italia se haya convertido en un modelo a seguir", ha declarado Meloni en una comparecencia en el Senado ante el próximo Consejo Europeo, en la que subrayó el interés en el modelo italiano de "varios exponentes de gobiernos europeos y no europeos, de diferente color político, como Francia, Alemania, Suecia, Reino Unido”.
Asimismo, la primera ministra italiana ha declarado ante el Parlamento que el acuerdo con Albania representa "un buen ejemplo" a imitar por otros socios de la Unión Europea. Una respuesta que se produce después de que el lunes zarpase el primer barco desde la isla de Lampedusa hacia suelo albanés con migrantes rescatados en el Mediterráneo.
Esta es una solución que Meloni ha descrito como "nueva" y "valiente", pero que choca indiscutiblemente con las opiniones de las organizaciones defensoras de los derechos humanos, incluida la ONU,
Pasado y presente: ¿similitud con Turquía?
Aunque pueda parecer lo mismo, el modelo implantado por Italia y planteado por Von der Leyen mantiene algunas diferencias respecto a lo que se tramitó con Turquía hace algunos años.
Mientras que el modelo actual plantea la acogida de migrantes ilegales en centros de retorno fuera de las fronteras europeas pero dependientes de la UE, lo acordado con Turquía años atrás fueron compensaciones económicas para mantener a los refugiados sirios a cambio de que rebajase el flujo migratorio en el Mediterráneo, especialmente en las zonas de Grecia y Chipre.
A pesar de todo, el planteamiento impulsado por Meloni y planteado por Von der Leyen cuenta con algunas complejidades, ya que jurídicamente es complicado establecer un proyecto de este tipo.
Para que funcione y llegue a puerto lo propuesto, la principal barrera que cruzar es dónde instalar los centros.
España rechaza los centros de Von der Leyen
La portavoz del Ejecutivo, Pilar Alegría, ha declarado este martes que la posición de España es "contraria a los centros de deportación en terceros países", en referencia a la carta de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, que se muestra favorable a estudiar dicha posibilidad.
Alegría ha reiterado que "España está en contra de estos centros de deportación en terceros países ", e insiste en que "defenderá en Europa el Pacto de Migración y Asilo", cuya implantación recientemente han cuestionado varios Estados miembros.
Además, ha señalado que el Gobierno trabaja para fomentar "una migración legal, ordenada y segura" junto a los países de origen y tránsito, así como en la lucha contra las mafias. Fruto de este esfuerzo, "hemos conseguido reducir un 40% las salidas" de migrantes de estos países.